Aunque el diseño del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) no es malo en sí mismo, sus principales fallas se encuentran al aplicarse en la realidad, pues su puesta en marcha hasta el momento ha sido caprichosa e incompleta.

Bonnie J. Palifka, académica del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, señaló lo anterior durante su participación en la presentación del libro Corrupción y gobierno. Causas, consecuencias y reformas, junto con la coautora e investigadora Susan Rose-Ackerman.

La Casa de las Humanidades fue el recinto en el que se habló de lo que es tendencia en diversos medios y redes sociales: la controversia por la participación de Rose-Ackerman en una conferencia magistral en la Secretaría de la Función Pública (SFP), cuya titular, Irma Eréndira Sandoval, es nuera de la especialista estadunidense.

Consultada sobre el tema, la investigadora de la Universidad de Yale indicó que sólo vino a México a visitar a su familia y a dar una plática sobre los temas que ha estudiado desde hace más de 40 años, por lo que no ve motivo de controversia por la charla que impartirá mañana.

Por su parte, la SFP emitió un comunicado en el que subraya que la conferencia de la académica no implicará ningún cargo al erario, pues la conferencista aceptó dar la ponencia de forma gratuita, al tiempo que destacó la importancia del trabajo de la invitada en estudios sobre la corrupción.

Durante la presentación, Palifka resaltó que el SNA ha sido instalado de manera caprichosa, por lo que no ha podido dar los mejores resultados. No es que el sistema no sirva, sino que no lo han puesto en marcha de manera adecuada.

Rose-Ackerman subrayó por su parte que la lucha contra la corrupción no debe ser vista sólo como un problema de persecución penal en donde el objetivo sea atrapar a los malos y castigarlos, sino más bien comprender las dimensiones y significados de los actos de deshonestidad para poder diseñar mejores políticas públicas al respecto.