Wuppertal. El 9 de marzo de 1913, el pintor expresionista alemán Franz Marc envió a su amiga, la poeta Else Lasker-Schüler, una postal con una colorida pintura: Caballo limón y buey de fuego. Esta es sólo una de las muchas tarjetas que muestran, en formato pequeño, sus famosos motivos de animales, como aquel del tan emblemático caballo azul.

Lasker-Schüler respondía a las postales con dibujos de un príncipe oriental, ‘‘Jussuf’’, que llevaba sus rasgos. La poeta, parte de la animada escena artística berlinesa, había conocido a Marc y a su esposa en 1912 y desde entonces eran amigos íntimos.

Else Laske-Schüler, gran representante del expresionismo lírico alemán, nació el 11 de febrero de 1869 en el actual barrio de Elberfeld en Wuppertal.

Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Laske-Schüler, el Museo Von der Heydt de su ciudad natal inauguró el domingo pasado una exposición biográfica en su honor. Las postales que Marc enviaba a la poeta forman parte de la misma. Else Lasker-Schüler, ‘Príncipe Jussuf de Tebas’ y la vanguardia, que concluirá el 16 de febrero de 2020, presenta a la artista junto a su gran entorno de poetas, intelectuales y pintores.

Fotos, pinturas, cartas, libros y revistas dan testimonio de la época. La muestra sigue el camino de su vida pasando por sus años en Berlín, su huida a Suiza y el exilio en el entonces mandato británico de Palestina, donde murió en 1945.

En la vanguardia berlinesa

Entre más de 200 obras destacan pinturas de los expresionistas Edvard Munch, Oskar Kokoschka, August Macke, Paul Klee, Otto Dix, George Grosz, Ernst Ludwig Kirchner y, por supuesto, Franz Marc.

Hay retratos de la poeta pintados por Karl Schmidt-Rottluff y Jankel Adler. La misma Lasker-Schüler es autora de unas 80 piezas.

Sus dibujos al estilo cómic muestran motivos orientales, a menudo con un príncipe Jussuf. Los primeros eran trozos de papel pintados, más tarde comenzó a ilustrar sus poemas con imágenes de colores.

‘‘La veo como una figura clave en la escena bohemia y en la vanguardia berlinesa de aquella época’’, sostiene la organizadora de la exposición, Antje Birthälmer.

La poeta se crió en el seno de una familia judía de clase media, llevaba el cabello oscuro siempre corto, nunca tenía dinero y frecuentaba los cafés berlineses. Se divorció dos veces, educó sola a sus hijos, era testaruda, segura de sí misma y su ambición era vivir libremente como mujer. Sus versos, abiertamente eróticos, atestiguan su filosofía de vida.

Las primeras ediciones de sus libros son representativas de toda su obra. Su drama Los Wupper se estrenó en 1919 en el Deutsches Theater de Berlín. La exposición muestra escenografías y trajes.

Su poema ‘‘Mi piano azul’’, escrito en 1936 en el exilio en Suiza, es un clásico. Sus textos son frescos y atemporales. ‘‘Mi otro yo pasa demasiado tiempo en casa’’, escribió una vez con los ánimos por el suelo.