La secretaria del Salud del gobierno capitalino, Oliva López Arellano, informó al Congreso local que concluyó la fase de estabilización en la que se corrigieron deficiencias que dejó la pasada administración en el sector, como una deuda de mil 500 millones de pesos con proveedores por adquisiciones de 2016 y 2017; un abasto de 30 por ciento con una parálisis en unidades ambulatorias y hospitalarias; plantillas de personal desequilibradas –teníamos anestesiólogo, pero no cirujano–, y unos mil 500 equipos vitales para la atención médica sin funcionar por falta de mantenimiento.

En su comparecencia como parte de la glosa del Informe de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que la dependencia está ya en una fase de impulso, en la implementación del modelo: Salud en tu Vida, que no pretende administrar, sino transformar los servicios bajo una perspectiva de gratuidad, universalidad, inclusión y en la que el derecho a la salud se reconoce como fundamental.

Ante diputados de al Comisión de Salud del Congreso, que preside la diputada Lourdes Paz Reyes, de Morena, la funcionaria informó que el abasto está ya entre un 85 y 90 por ciento y se recuperó el sistema de provisionamiento que estaba subrogado, lo que significó un ahorro de 200 millones de pesos.

Indicó que de diez clínicas que daban servicio los fines de semana, se amplió a 111, lo que permitirá despresurizar la atención en los hospitales, cuyos servicios siguen saturados, y se queden sólo con las urgencias reales.

Explicó que en un día típico, la Sedesa atiende en sus 207 centros de salud, 17 clínicas, 32 hospitales y 10 unidades móviles, además del subsistema de atención en reclusorios, 165 mil consultas, mil 700 urgencias, 300 ingresos hospitalarios, 167 intervenciones quirúrgicas y 100 nacimientos.

Grupos enquistados

En infraestructura, dijo que se están amplianco 12 centros de salud y concluyó la demolición del hospital Materno Infantil de Topilejo y se inició su construcción como hospital general, a cargo de la Sedena, con una inversión de 600 millones de pesos, incluido su equipamiento, que concluirá en septiembre de 2020.

En cuanto al conflicto con el sindicato, aclaró que más que la organización gremial, son grupos enquistados que incluso habían hecho de las licencias sindicales un negocio, cuando llegamos había mil 500 comisiones y si bien se ha logrado cancelar aquellas que son injustificadas y se han reducido a la mitad, no cantamos victoria, porque esto es un forcejeo permanente.