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Negocios y empresas

La revolución monetaria

E

n unos cuantos años el papel moneda dejará de ser relevante en los intercambios de mercancías. Esta semana inicia en México la operación del cobro digital (CoDi) y precisamente este nuevo instrumento financiero sustituirá paulatinamente a la moneda y al papel moneda.

Un número creciente de mexicanos, en lugar de traer billetes en los bolsillos y tarjetas de crédito para realizar pagos hasta por 8 mil pesos, comprará lo que necesite a través de su cuenta bancaria ligada a su celular.

Hace apenas 40 años, contar con un celular parecía un sueño imposible para la mayoría de la población, pero ahora se ve como lo más normal del mundo y más de 70 millones de mexicanos utilizan esta herramienta para comunicarse e incluso para trabajar. Estas personas que cuentan con teléfonos y con otros aparatos conectados a la red tendrán en un futuro próximo una conexión con algún banco, lo que les permitirá disponer de sus ahorros a través de ese dispositivo.

El CoDi será un medio para propiciar la bancarización de la población de menores recursos. Hoy, de los usuarios de teléfonos celulares sólo 40 millones tienen alguna cuenta bancaria y hay que decir que este número ha aumentado sistemáticamente gracias a las cuentas creadas a través de los programas de apoyo social por medio de tarjetas de débito y de tarjetas de nómina a través de las cuales un número creciente de trabajadores reciben su salario.

Con el nuevo CoDi, 30 millones de personas que no tienen relación alguna con los bancos necesitarán una cuenta para disponer de sus recursos y ese esquema se repetirá a través de los programas sociales, en donde el gobierno será un gran impulsor de este esquema, porque generará transparencia y agilizará la entrega de los apoyos a las personas de menores ingresos.

Paulatinamente los intercambios se realizarán por medios virtuales y ya hay naciones que planean retirar de la circulación las monedas y el papel moneda para concentrar todos los intercambios en tarjetas de crédito, tarjetas de débito, cheques, transferencias y cobros digitales.

Vivimos una revolución financiera y monetaria que traerá como resultado la agilización de los intercambios, la regulación y vigilancia de las operaciones monetarias y un mayor control de los recursos que gastamos cotidianamente.