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Nosotros ya no somos los mismos

Los misterios luminosos y otros no tanto // De funcionarios públicos y los primeros milagros // No te preocupes, Rosario

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▲ La ex titular de Sedesol, Rosario Robles, acompañó al entonces presidente Enrique Peña a la entrega del Premio Nacional de la Juventud 2015.Foto José Antonio López
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a habíamos quedado en que el rosario es la devoción mariana más difundida en el mundo católico. Y en la entrega antepasada hice referencia a los dos primeros misterios, los gozosos y los gloriosos. Nos quedan entonces los luminosos y los dolorosos.

3. Luminosos. (jueves). Juan Pablo ll consideró que había momentos muy importantes enla vida de Jesús que no habían sido tomados en cuenta, por lo cual emitió la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, en 2002. Así fueron incorporados otros misterios, como el bautizo de Jesús por el apóstol Juan (acto con el que se ganó para la vida el mote del Bautista, y también una amplia clientela). En este caso, para mí el verdadero misterio es cómo los padres de Jesús actuaron con tanta indolencia, pues todos sabemos que hasta hace poco los niños pequeños que morían sin haber sido bautizados eran enviados a un lugar más aburrido que el semanario Desde la Fe. Tengo entendido que después de violentas manifestaciones de protesta y en las que los berridos de los bebés eran cada vez más intensos, el limbo, desapareció.

Otro de los luminosos es la santa eucaristía, manifestación sacramental, del misterio pascual. También la transfiguración (remoto antecedente de Photoshop): Después de seis días, Jesús habló en un monte alto con Pedro, Santiago y Juan (principales miembros del gabinete legal), y frente a ellos, el rostro de Jesús se tornó deslumbrante como el Sol y sus vestimentas, blancas como la luz (sin comentarios).

Pero sin duda, el misterio que más me entusiasma es el relativo a las Bodas de Caná, en el pequeño poblado perteneciente a la alcaldía Galilea. A la ceremonia fue invitada la familia de un artesano muy apreciado que se llamaba José y que acreditaba ser nada menos que descendiente de David. Su bella y juvenil esposa era María, y su hijo, Jesús. Pretextando ser del Estado Mayor se introdujeron al banquete otros individuos que la revista Qui én calificó como no identificados, con excepción de un funcionario público llamado Mateo de Alfeo, quien fungía como publicano; es decir, recaudador de impuestos y a quien en sus tiempos se le temía tanto como ahora a doña Margarita Ríos Farjat (yo al menos le tengo más miedo al SAT que a la GN). Pues sucede que a la mitad del jolgorio los odres donde reposaban los más deliciosos caldos fermentados de la región, se habían vaciado. Al enterarse del problema, la madre de la novia exclamó compungida: ¡Dioses, qué vamos a hacer! La joven María, que la escuchó, comprendiendo su preocupación, le dijo: querida Elizabeth, ya no hay dioses. Hay un solo Dios creador del cielo y de la Tierra, Él te salvará con su primer milagrito. Dicho lo cual se dirigió a su hijo y le planteó el problema, haciéndole ver que al parecer los culpables del desabasto eran los bartenders que habían huachicoleado las tinajas. Jesús, por segunda vez en su vida, fue un tanto retobón con su madre, pero ella sin inmutarse le ordenó: haz lo quetengas qué hacer y ve a ponerte un suéter que ya está enfriando. En segundos, odres, botijas, o cueros rebosaban del vino, por primera vez consagrado y, sin intermediarios. Jesús, en su avant premi è re como hacedor de milagros, vaticinó lo que podía suceder y dijo: vámonos madre, porque aquí puede acontecer lo que siglos adelante sucederá en un homenaje dedicado a ti en un poblado mexicano y entonces, la gente dirá algo así como que el Rosario de Amozoc, terminó como las Bodas de Caná.

Nos quedan al final (triste final), los misterios dolorosos. Me concretaré a mencionarlos porque su solo enunciado lo dice todo y porque el espacio se agota. Éstos son: el huerto de Getsemaní, la coronación de espinas, la carga de la cruz al Monte Calvario, la flagelación, crucifixión y muerte del Señor.

Y si ya vimos que hasta el santo rosario engarza esta gama de misterios, se antoja una pregunta: Y de doña RosarioR (bonito logo para campaña), ¿cómo podríamos acomodar, dentro de esta clasificación sus personales misterios? Por economía procesal juntemos los misterios gozosos, gloriosos y luminosos de RosarioR por un lado, y dejemos aparte los dolorosos.

Doy un ejemplo y terminamos la próxima semana. De los primeros: convertirse en la primera mujer jefa de la gran capital. De los segundos: la engañifa maestra: No te preocupes, Rosario.

Twitter: @ortiztejeda