Aguascalientes, Ags., Marco García Robles, director de la organización no gubernamental Vihda, exigió solución al desabasto de medicamentos antirretrovirales (ARV) en la entidad, lo que afecta a pacientes infectados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

En entrevista colectiva, el activista atribuyó la escasez a las nuevas políticas de compras y distribución de la Secretaría de Salud federal y la estrategia de cambio de tratamientos, por lo que un número indeterminado de personas que se atienden en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención de Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) no han recibido sus medicamentos completos.

García Robles dio a conocer que personas tratadas en el Capasits, dependiente del Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes (Issea), se comunicaron con él para divulgar que sólo obtuvieron una dotación parcial de medicamentos o les pidieron esperar unos días para recibirlos, lo que puede implicar graves afectaciones a la salud, como adquirir infecciones oportunistas.

Señaló que entre las medicinas no surtidas se encuentra el Triumeq, que se introdujo para sustituir otros ARV, teóricamente para disminuir efectos secundarios y bajar costos. Destacó que combinar ARV conlleva riesgos de reacciones alérgicas, acidosis láctica y graves trastornos del hígado, así como efectos secundarios como dificultad para dormir, dolor de cabeza y cansancio.

Cada caso debe ser analizado por un infectólogo y otros especialistas, y no pueden asignarse tratamientos por ahorrar dinero o por decretos presidenciales, advirtió el investigador.

El también integrante del Consejo Estatal para la Prevención del Sida informó que se pretende cambiar la política social de atención de las infecciones de transmisión sexual por estrategias de corte empresarial, a petición de las autoridades federales de Salud, y por los exhortos presidenciales para evitar a los intermediarios.

Lamentó que en lugar de invitar a organizaciones sociales con trayectoria a que trabajen con el Issea, se convocó a que, mediante licitación, personas y no organizaciones sociales capaciten a personal de salud, realicen campañas de difusión sobre salud sexual, apliquen pruebas rápidas de detección de VIH y sífilis y den seguimiento a infectados.

Según Marco García, esto causará simulaciones o triangulación de recursos federales.