La carrera del joven tijuanense Jaime Munguía es vertiginosa. Del anonimato saltó al campeonato mundial superwélter, que ha defendido en cuatro ocasiones en poco más de un año. Los empresarios más influyentes del boxeo lo impulsan y en su esquina se ha incorporado un ex peleador con una reputación impecable, Erik Terrible Morales, quien pretende pulir a una estrella en potencia.

No quiero que Jaime Munguía se parezca a mí, sino potenciar su propia capacidad, su personalidad y sus facultades, dice Morales, entrenador del campeón superwélter de la Organización Mundial de Boxeo y también legislador por Morena.

Munguía prepara su quinta defensa, la tercera pelea que sostendrá en lo que va del año, y será ante el ghanés Patrick Allotey, en Carson, California, escenario simbólico para el boxeo mexicano y en una fecha de gran proyección entre la comunidad en Estados Unidos, el 14 de septiembre.

Otra mirada

Más que entrenador, yo tengo una mirada de boxeador, trato de no invadirlo. Sin ánimo de ofender, muchos entrenadores nunca han estado dentro de un cuadrilátero, eso los hace mirar una pelea de modo distinto, agrega Morales.

El Terrible explica que la carrera de Munguía ha sido acelerada y prometedora. La revista especializada estadunidense The Ring lo nombró promesa del año en 2017 y en 2018 fue propuesto para pelear contra Gennady Golovkin, que la comisión de Nevada no autorizó.

De pronto salió a la luz el nombre de Munguía, como si el universo conspirara para que todo se diera a su favor, cuenta el Terrible; la afición vio que ganaba un título, que noqueaba a sus rivales, pero también se desesperaron al ver que de pronto cometía algunos pequeños errores y no se dan cuenta de que Munguía todavía es un novato y un peleador en proceso.

Ya como campeón mundial, en algunas contiendas el tijuanense ha cometido algunos errores defensivos, se ha arriesgado de forma innecesaria, por lo que ha recibido críticas. Morales se incorporó para trabajar en esos detalles.

Trabajamos esos aspectos, la mejor manera para corregir la defensa fue ordenando su ataque, afirma Morales; mejoró bastante con esos pequeños detalles; he tratado de no invadirlo demasiado, de permitirle que sea él mismo, pero ajustando un poco su boxeo.

Algunos comparan el ascenso de Munguía con el camino al éxito de Saúl Canelo Álvarez. Para el tijuanense aún es pronto para establecer analogías, pero no le parece descabellado que en el futuro alcance ese nivel de fama.

Mientras, el Terrible espera la pelea del sábado en la que anticipa que se verá a un Munguía diferente; después de esa prueba, ambos hablarán del futuro. Si el joven se siente cómodo; si el ex boxeador y legislador puede sincronizar dos responsabilidades simultáneas.

Ya veremos si seguimos, porque yo además tengo mi responsabilidad legislativa y debo analizar qué haré en lo que sigue, donde habrá más trabajo político, concluye.