El Poder Judicial debe transitar a una nueva época histórica de modernidad en sus procedimientos y sus alcances, conservando la profundidad del criterio jurídico, pero con un idioma más asertivo y abierto a los ciudadanos, afirmó el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez.

En la inauguración del 52 Congreso de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia, señaló que en esta nueva época que la nación encara se requiere contar con pilares fundamentales en derechos humanos, como es la igualdad de género, el respeto a la vida y la integridad de las mujeres.

Asimismo, justicia para adolescentes y erradicar totalmente los aspectos estructurales que dan origen a la pobreza, la corrupción, la desigualdad y el flagelo de la violencia que tanto afecta al país, por lo que los mejores días de la historia de México están al frente de nosotros y no en el pasado.

En el edificio del Tribunal Superior de Justicia, ante el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, funcionarios y legisladores, destacó que cada época ve nacer nuevos retos y en cada momento histórico también nacen nuevos líderes que respondan a los desafíos.

Hoy, esos líderes somos todos nosotros, por eso el compromiso de avanzar en materia de capacitación para juzgadores y personal administrativo, y ver hacia nosotros mismos como elementos de la paz, como hebras en el tejido social y como ejemplos de honestidad, lealtad y patriotismo.

Por su parte, el presidente del congreso, Sergio Medina Peñaloza, destacó que los poderes judiciales locales no tenemos privilegios ni altos emolumentos, pero sí un gran compromiso de trabajo que enfrenta enormes cargas laborales y responsabilidades.

Personal insuficiente

Señaló que siete de cada 10 juicios que se promueven en el país se resuelven en los tribunales locales, es decir, 69 por ciento de los asuntos que se judicializan; sin embargo, el número de jueces con que contamos es considerablemente bajo.

Mientras a nivel internacional existen en promedio 16 jueces por cada 100 mil habitantes, en México apenas se cuenta con 3.5 para igual número de personas, es decir, cuatro veces menos que el promedio mundial.

Además hay un déficit considerable en materia presupuestal, que el año pasado significó apenas 1.7 por ciento de los recursos destinados a los estados, una inversión per cápita a la impartición de justicia local de apenas 321 pesos.

Por ello, es importante la iniciativa de reforma al artículo 116 constitucional presentada en la Cámara de Senadores, que contempla otorgar mayores atribuciones a los plenos de los tribunales, homologar el periodo de los magistrados y consolidar la carrera judicial mediante concurso público de oposición para ser magistrado, puntualizó Medina Peñaloza.