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David Huerta: premio FIL 2019
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a Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se adorna y se enriquece al conceder el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2019 al poeta mexicano David Huerta, de la generación del Movimiento Estudiantil de 1968, autor de una obra poética que a todos nos enorgullece. Su editorial Era está feliz y su director Marcelo Uribe no cabe en sí del orgullo porque Ediciones Era ha publicado varios de sus grandes poemas como ‘‘Incurable” en 1987, Cuaderno de noviembre y Versión, así como el Fondo de Cultura Económica lanzó los dos volúmenes de ‘‘La Mancha en el espejo”.

Tendríamos que recordar que pocas editoriales se lanzan a publicar poesía, salvo la heroica Era, fundada por Neus Espresate y Vicente Rojo. Las editoriales suelen alegar que ‘‘la poesía no se vende”, pero hace años que David Huerta es un autor que estudiantes y maestros universitarios consultan y siguen y aunque parezca sorprendente aman la poesía. México es mucho menos previsible de lo que se cree. Recuerdo que el año de Ayotzinapa, en 2014, a cada hora, en los pasillos de la Feria del Libro de Guadalajara protestamos por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y decíamos con mucha emoción en voz alta el poema de indignación y rabia de David Huerta que nos llegaba hasta el alma. Después de contar hasta el número 43 por los 43 estudiantes de Ayotzinapa, permanecíamos callados y dolidos, de pie en los pasillos y la clara e indignada voz de David resonaba en una de las mayores celebraciones del amor al libro y a la lectura en el mundo.

También recuerdo que hace casi 40 años, cuando Julieta Campos dirigió el Pen Club Mexicano, organizó una serie de conferencias en torno a la presentación de un poeta mayor y reconocido y un poeta joven aún por recibir laureles. El laureado Octavio Paz escogió leer su poesía al lado del poeta David Huerta, así como Carlos Fuentes lo hizo con María Luisa Puga. En voz alta, Paz explicó que no había escogido a David por ser hijo de su amigo Efraín Huerta, sino por mérito propio y porque lo había impactado su poesía.

Por eso y por muchas razones más, el premio a David Huerta es una gran alegría para la comunidad intelectual mexicana, y todos los que lo queremos y admiramos su obra y su actitud en la vida nos sentimos felices y agradecidos. También su esposa, la escritora Verónica Murguía, es una colaboradora dominguera del suplemento cultural La Jornada Semanal y como David declaró que Verónica era lo que más quería en el mundo, felicitamos a los dos.