Nueva York. Después de cinco años de investigaciones y protestas, el departamento de policía de Nueva York despidió al agente involucrado en la muerte por asfixia del afroestadunidense Eric Garner, cuyos gritos de no puedo respirar provocaron un debate nacional sobre el uso de la fuerza policial.

Con base en una reciente recomendación de un juez del departamento disciplinario, el agente Daniel Pantaleo fue cesado de la fuerza policial, informó ayer el comisionado James O’Neill en conferencia de prensa. Es claro que el oficial “ya no puede ejercer cabalmente sus funciones como policía de la ciudad de Nueva York.

Nadie puede hacer desaparecer las decisiones que se toman en la vida, señaló O’Neill, especialmente cuando llevan a la muerte de otro ser humano.

Al preguntar si el alcalde Bill de Blasio lo presionó, O’Neill respondió que no y aclaró que ésta es una decisión que corresponde al comisionado de la policía. Agregó que la muerte de Garner es una tragedia que debe tener consecuencias.

El caso provocó conmoción en todo el país y el grito de “I can’t breathe” (no puedo respirar) que lanzó el hombre al forcejear con el policía se convirtió en lema de la lucha por la igualdad de razas.

Numerosas protestas e investigaciones policiales siguieron al caso de la muerte de Garner, quien forcejeó con el policía que trataba de arrestarlo por vender cigarros de manera ilegal en Staten Island.

La muerte de Garner fue captada en video y esas imágenes llevaron a años de protestas.

Emerald Snipes, hija de Garner, agradeció a O’Neill por hacer lo correcto y exhortó a los legisladores a convertir en delito agarrar a un detenido por el cuello, pues hoy sólo es una violación administrativa. No debería estar parada aquí con mi hermano, sin padre, lamentó.