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Explora Pasajero 21 la faz de coleccionista de Tablada y su fascinación por el arte japonés

La exposición en el Palacio de Bellas Artes busca reivindicar al poeta y crítico de errores políticos aberrantes, señala el curador Luis Rius

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▲ Además de encontrar dibujos realizados por Tablada, el visitante podrá ver obras de autores japoneses como Watanabe Shotei, Ohara Koson, Hasegawa Settan y Utawaga Hiroshige. Arriba, Festival de Buda, de Toyohara Chikanobu, de la serie Los recintos interiores del palacio de Chiyoda, 1896. Colección Biblioteca Nacional de México, Universidad Nacional Autónoma de México.
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de julio de 2019, p. 2

El 22 de diciembre de 1900, el poeta José Juan Tablada llegó a la ciudad estadunidense de San Francisco. Regresaba de Yokohama, Japón, y fue registrado con el número 21 en la lista de inmigrantes extranjeros para el inspector de migración.

Ese documento, localizado por Martín Camps, dio por terminada la polémica acerca de si el poeta había visitado el país asiático, y es una de las piezas que se presentan en la exposición Pasajero 21: el Japón de Tablada, que se inauguró el pasado 24 de julio en las salas Nacional y Diego Rivera del Palacio de Bellas Artes.

En esta muestra, que concluye en octubre próximo, se presenta la faceta de coleccionista del crítico de arte, periodista, escritor, y editor, quien desde su juventud vivió fascinado por las artes plásticas japonesas, y es considerado como el introductor del haikú en México.

En las dos salas del Palacio de Bellas Artes, donde la mayoría de las piezas se exhiben por primera ocasión, el visitante podrá encontrar estampas y obras de autores japoneses, como Watanabe Shotei, Ohara Koson, Utagawa Kunisada, Katsu-shika Hokusai, Hasegawa Settan y Utawaga Hiroshige, además de dibujos realizados por Tablada, algunos de sus libros, dos caricaturas creadas por Miguel Covarrubias, donde lo representó sentado en flor de loto, como Buda, y una fotografía del autor de Al sol y bajo la lluvia e Hiroshigué: el pinto de la nieve, de la lluvia, de la noche y de la Luna.

La muestra se divide en cuatro núcleos: Encuentros con Japón, que a su vez se divide en dos temas: Sus libros y sus dibujos, y El viaje a Japón. El segundo núcleo es El caso Utagawa Hiroshige, artista e ilustrador de quien Tablada organizó una exposición, también en el Palacio de Bellas Artes, en 1937.

El tercer apartado es Tablada: promotor, crítico y coleccionista, y el último es Japonismo mexicano.

El concepto curatorial de los tres primeros núcleos es del investigador Amauri García, director del Centro de Estudios de Asia y África del Colegio de México, y el último es del investigador Luis Rius, quienes coincidieron en que esta exposición es un paso en la revalidación de Tablada.

Pasajero 21 es una celebración marcada por una revalorización de la figura de José Juan Tablada. Era necesario revalorarlo no sólo como coleccionista, sino como promotor de la cultura japonesa, dijo García, quien destacó que alrededor de 80 por ciento de las obras se presentan por primera vez.

Además, es un reflejo de las relaciones históricas entre México y Japón.

Intelectual de avanzada, pero conservador

Luis Rius, investigador del Centro Nacional de Investigación Documentación e Información de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, recordó que José Juan Tablada era un intelectual moderno y de avanzada, pero conservador.

Seguía la línea de los intelectuales franceses para quienes la estampería japonesa abría nuevos horizontes y quería aplicar las enseñanzas de las estampas japonesas en el arte de creadores mexicanos, para ver si se atrevían a mirar a su propio país con una misión moderna y tomar una visión subjetiva.

Para Tablada, eran cuatro los artistas que podían transformar el arte de México: José María Velasco, Jorge Enciso, José Clemente Orozco y José Torres Palomar.

Montar esta exposición es reivindicar a Tablada de errores políticos aberrantes, pero que por su carácter liberal, que puede verse en su poesía erótica, fue mucho más allá de un conservador, agregó Rius, para quien Pasajero 21 puede abrir nuevas líneas de investigación.

Aquí se pone de manifiesto el diálogo que tuvo con el tema del japonismo y el viaje que realizó a Yokohama y Tokio de julio a diciembre de 1900; nos marca un nuevo derrotero de investigación para lo que dejó el arte japonés en artistas mexicanos, precisó el director del Museo del Palacio de Bellas Artes, Miguel Fernández Félix.

A la par de la exposición se proyectará cine japonés en la Cineteca Nacional, charlas, maratones de haikú, la presentación del catálogo de la exposición (que cuesta 500 pesos), un recorrido virtual que será transmitido en vivo el lunes 19 de agosto a las 16 horas, conferencias, sesiones familiares con el título Los viajes de José Juan, en el que se invita a niños y adultos a una lectura en voz alta del libro homónimo escrito por Alicia Madrazo.

El Palacio de Bellas Artes se encuentra en avenida Juárez y Eje Central, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La exposición concluye el 13 de octubre.