uelvo al tema de las generaciones. Me impresiona haber vivido lo suficiente para conocer cinco generaciones vigentes en los últimos 50 años, la más vieja, la mía, de los nacidos entre 1935 y 1950, y la más reciente, los nacidos en 2010 y que entrarán al escenario en las próximas décadas. Veo a las generaciones bajo el prisma de estratos sucesivos de 15 años como las clasificó Ortega y Gasset en el esquema que adaptó Luis González y González.

De acuerdo con esta clasificación la generación que surgió en la época del gobierno de Cárdenas, la mía, esta despidiéndose del foro, tenemos cerca de 80 años. En cada generación hay un segmento más significativo, una elite que determina el destino colectivo. En su conjunto las seis últimas generaciones mexicanas han vivido un enorme cambio cultural y político a partir de 1968. Cada elite impuso su presencia, gustos, opiniones y resoluciones. Cada una tuvo su oportunidad y será juzgada por los resultados.

Cada generación desarrolla el legado de las anteriores y esto gravita sobre ellas, dice Ortega: “Hay generaciones infieles a sí mismas que defraudan la intención histórica depositada en ellas, en lugar de acometer la tarea que les ha sido prefijada prefieren dormir una siesta cobijadas en las ideas, instituciones y pareceres creados por las generaciones anteriores. Nuestras generaciones, en particular la mía y aun las más recientes, ¿hemos tenido una misión? ¿Hemos sido fieles a ella?

Quizás valga la pena contrastar nuestro perfil con el de las generaciones que nos precedieron. Ver paternalmente con interés y preocupación lo que ha sido y está siendo la vida de las nuevas generaciones, que como un oleaje incansable siguen surgiendo y enlazándose. Para aquellos que tenemos todavía proyectos y que estamos activos aún queda sol en las bardas pero es declinante. Hacer un estudio de las generaciones podría ser presuntuoso para una columna como esta. Pero, ¿por qué no hablar sobre personajes concretos? Que de alguna forma he conocido y de los que puedo hacer una breve semblanza en mis próximas colaboraciones.

Colaboró Meredith González A.