15 de junio de 2019 • Número 141 • Suplemento Informativo de La Jornada • Directora General: Carmen Lira Saade • Director Fundador: Carlos Payán Velver


Integrante del Consejo Afroveracruzano.

Afromexicanos en un país
pluricultural y multiétnico

Sergio Peñaloza Pérez

Los afromexicanos son las personas ascendientes de los africanos traídas de manera forzada y esclavizadas en los siglos XVI, XVII Y XVIII, producto de las migraciones históricas, así como los ascendientes de africanos en las migraciones recientes de diversos países de África y de otros países del mundo con presencia de afrodescendientes.

El Estado mexicano ha declarado que el país es pluricultural y multiétnico, pero esa declaratoria no corresponde con la atención plena a las diversas culturas que en el discurso oficial dicen reconocer (68 pueblos indígenas y el pueblo afromexicano). Primero, los afromexicanos no tienen el reconocimiento en la Constitución federal, aunque debe mencionarse que tres entidades federativas han reformado su constitución local para reconocer a este pueblo: Oaxaca en el 2013, Guerrero en el 2014 y la Ciudad de México en 2017. También hay que aclarar que hasta la fecha no se han hecho las leyes secundarias que den paso a diseño de políticas públicas específicas para atender a esta población.

Como país miembro de la ONU, México asiste, participa y toma acuerdos en las asambleas, mismos que no cumple, ya que no ha adoptado los que han emanado desde 2001 de la Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, realizada en Durban, Sudáfrica, donde se hacen recomendaciones específicas sobre las medidas que los Estados deben adoptar en relación con los afrodescendientes.

El mismo organismo internacional declaró el 2011 como “Año Internacional de los Afrodescendientes”. También promulgó el “Decenio Internacional para los Afrodescendientes “(2015-2024), con los temas reconocimiento, justicia y desarrollo.

En el 2011, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en el marco del Año Internacional de los Afrodescendientes, realizó la Consulta para la Identificación de Comunidades Afrodescendientes de México. Esta consulta, que se aplicó en diferentes entidades, tomó en consideración únicamente el fenotipo para identificar a las poblaciones afrodescendientes actuales en el país, de manera arbitraria. A partir de ella se pueden mencionar algunas regiones donde habitan estas poblaciones: Chiapas, Colima, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática aplicó en 2015 la Encuesta Intercensal (EIC2015), dando como resultado que 1,381 853 personas se reconocen afrodescendientes, lo que equivale al 1.2% del total de la población.

Al hacer un mapeo por entidad sobre el porcentaje de la población afromexicana en su territorio, el Estado de México tiene 304,274 (1.9%); Veracruz, 266,163 (3.3%); Guerrero, 229, 514 (6.5%); Oaxaca, 196,213 (4.9%); Ciudad de México, 160,353 (1.8%); Nuevo León, 76,241 (1.5%), y Baja California Sur (11, 032 (1.5%). Estas son las entidades con mayor porcentaje de la población de referencia. Con los resultados de dicha encuesta se visibiliza estadísticamente por primera vez en la historia reciente a esta población.


Mujeres afromexicanas de Collantes, en Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca,
durante un taller de teatro y empoderamiento. Cecilia Sotres

Organismos Internacionales han realizado estudios de niveles de pobreza y han concluido que las comunidades y pueblos Indígenas y afrodescendientes se ubican en zonas de alta y muy alta marginación. Las y los afromexicanos, por estar ubicados en comunidades de alta o muy alta marginación, están excluidos e invisibilizados para los programas gubernamentales de desarrollo y para las políticas públicas, por tal razón, se enfrentan a altos índices de analfabetismo, con referencia al resto de la población en las entidades del país con mayor porcentaje de este sector de la población: Chiapas 17.8% y 10.8%, Guerrero 16.7% y 12.3%, Oaxaca 16.3 y 13.7%, Veracruz 11.4% y 8.7%.

La marginalidad en la que se encuentran las comunidades afromexicanas es alta: un gran porcentaje no tiene acceso a la educación superior y por ende tampoco a puestos laborales con ingresos que le permitan la movilidad económica, cultural y social. En lo referente a la vivienda, existe abandono por parte de las instituciones responsables, siendo de gran urgencia atender ésta necesidad de vivienda digna y segura.

El derecho a la salud es un tema muy crítico, ya que las instituciones públicas (IMSS, ISSSTE, SSA y otras) responsables de proporcionar dichos servicios con amplia cobertura y de calidad no los han garantizado. La constante es la carencia de medicamentos, instrumental médicos y equipo, de personal médico, de enfermería y la infraestructura no cumple con los requerimientos mínimos para el cumplimiento de estos servicios.

El Estado mexicano debe reconocer los aportes de los africanos y los afrodescendientes a la economía, la cultura y la sociedad, desde la época colonial hasta nuestros días y debe pagar la deuda histórica que tiene con la población afromexicana, iniciando con el reconocimiento constitucional. La discriminación social e institucional que esta población enfrenta tiene su máxima expresión en la pésima calidad de los servicios que las instituciones gubernamentales dan a los afromexicanos en todas las entidades donde se encuentran.

Tenemos amplias expectativas con respecto a las acciones de solución a las problemáticas de los afromexicanos, aunque es muy preocupante que desde el discurso de los titulares de la instituciones públicas no se reconozca la importancia de la presencia y los aportes de esta parte de la población.•

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