15 de junio de 2019 • Número 141 • Suplemento Informativo de La Jornada • Directora General: Carmen Lira Saade • Director Fundador: Carlos Payán Velver

Cherán K’eri: usos y costumbres que
desafían la “tradición política mexicana”


Ya son ocho años desde que el pueblo de Cherán luchó por sus derechos. SubVersiones
Mario Camarena Ocampo  DEH-INAH

Ya son ocho años desde que el pueblo de Cherán dio la lucha por el ejercicio de sus derechos. A partir del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en 1994, toma fuerza el reclamo de los derechos de los indígenas. Merced a esta lucha, tales derechos están consagrados en el artículo 2° constitucional y en diversos acuerdos internacionales, como el artículo 169 de la OIT, que reconoce el multiculturalismo y el derecho a ser consultados; en ellos se enuncia el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a tomar diversas decisiones de manera autónoma; sin embargo, no es un secreto que estos derechos son continuamente socavados tanto por empresarios como por el gobierno; en razón de lo cual los indígenas están en una lucha constante.

En el caso del proceso seguido por los habitantes de Cherán, el ejercicio de esta autonomía implica nombrar a sus representantes y tomar decisiones de gobierno sobre su territorio de acuerdo con su propio sistema cultural. Para nombrar a las personas que forman la estructura de gobierno, que van desde el Concejo Mayor hasta el más modesto colaborador, dedican tres meses.

Hoy día, los cheranenses tienen el derecho, reconocido por el Estado, de regirse según sus sistemas normativos, pero este derecho no era inherente a su estatuto de comunidad indígena, sino que llevaron a cabo un proceso legal, el cual ganaron por una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ordena al Instituto Electoral de Michoacán crear los mecanismos necesarios para operar las elecciones por usos y costumbres.

Así, los cheranenses eligieron su primer Concejo comunitario K’eri en 2012. La composición de esta estructura de gobierno de la comunidad de Cherán fue una decisión de la Asamblea de la Comunidad, la cual es la máxima autoridad. En ella se creó el Consejo Mayor de Gobierno Comunal y los consejos operativos:

- Consejo de Administración Local.

- Consejo de los Asuntos Civiles.

- Consejo de Procuración, Vigilancia y Mediación de Justicia.

- Consejo de Administración de los Programas Sociales, Económicos y Culturales.

- Consejo Coordinador de los Barrios.

- Consejo de los Bienes Comunales.

En 2015 hubo un cambio de estructura del gobierno comunal, al crearse los consejos de Jóvenes y de Mujeres, transformando algunos aspectos culturales tales como la participación de estos sectores tradicionalmente excluidos. Estos grupos lucharon por tener esta participación; es decir, ellos tuvieron que empujar una transformación cultural muy importante, debido a que las formas tradicionales son férreamente defendidas por los hombres y los adultos; tanto es así que en 2018 se trató de suprimir la participación de los jóvenes y las mujeres. Así, las acciones políticas de los indígenas son muy dinámicas, contra lo que generalmente se cree, pues existe una idea común de que los indígenas tienen unas estructuras inamovibles.

El primer Concejo K’eri se formó bajo el concepto de servicio a la comunidad; es decir un trabajo honorario, desinteresado que era opuesto a la estructura anterior que mucho tenía que ver con las viejas estructuras clientelares aprovechadas por el PRI y el PRD, donde quien llegaba se aprovechaba de su puesto para sus intereses y los de sus familiares y allegados, fomentando lo que he llamado la cultura de la influencia. Con el cambio logrado en 2012, esta forma de elegir a sus autoridades se aleja de la lógica de los partidos políticos, donde, merced a las prácticas clientelares, el “elegido” le debía su puesto a cierto grupo del partido; en cambio con esta manera de elegir en el seno de una asamblea, el compromiso es con la comunidad.

Actualmente, hay un conflicto en las relaciones con el gobierno del estado de Michoacán, debido a que los cheranenses toman sus decisiones de manera comunitaria, mientras que los agentes del gobierno están acostumbrados a “negociar” teniendo en mente la creación de clientelas políticas. De manera tal que estos dos actores hablan lenguajes distintos, lo cual ha causado que la relación sea muy conflictiva. Así, esta autonomía de la que gozan los cheranenses va en contra de la manera en que se manejan los gobiernos estatal y federal, acostumbrados a imponerse sin consultar a nadie. Regirse por usos y costumbres va a contrapelo de la “tradición política mexicana”. •

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