La discriminación y xenofobia contra refugiados es inaceptable, alertó el oficial principal de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en México, Josep Herreros, por lo que se hace necesario fortalecer en recursos humanos y materiales a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Los solicitantes de asilo son niños, niñas, mujeres y hombres que se han visto forzados a dejar sus países de origen por motivos de violencia o persecución; huyen para salvar sus vidas y rechazarlos los pone en peligro.

“Hemos tenido casos –lamentablemente–, en que (estas personas) han sido rechazadas, deportadas a su país de origen y al ser regresadas, las han asesinado”, dijo Herreros en entrevista con La Jornada.

Por su parte, Margarita Bonilla, de la unidad de protección del Acnur México, expuso que, generalmente, cuando hay un flujo de refugiados o personas en situación de movilidad pueden generarse casos de discriminación o violencia.

Sin embargo, con experiencia del Acnur, no hemos visto población más potente y agradecida que un refugiado bien recibido; termina protegiendo al país que lo acoge, indicó Bonilla.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) advirtió en el texto Mitos y realidades sobre la caravana migrante y las personas refugiadas, que México no está exento de mitos y prejuicios que suelen darse en contextos de crisis migratorias.

Herreros expuso que los flujos de refugiados en México han presentado un cambio de perfil: una de cada cuatro personas que solicitan asilo son niñas, niños y adolescentes y un tercio son mujeres e implica una tipo de respuesta diferente pues se requiere que la Comar dé garantías de procedimientos para el acceso al proceso de asilo en un tiempo razonable y en condiciones dignas.