La Manifestación de Impacto Ambiental para el aeropuerto de Santa Lucía detalla que se construirá un aeródromo civil para vuelos nacionales, internacionales y carga; tres pistas –una para uso militar–, estacionamientos, hotel, torre de control y hangares, entre otras obras.

También reconoce que uno de los problemas detectados es que para una pista podría ser un obstáculo el Cerro de Paula, por lo que esa sólo será de uso militar.

Habrá cuatro edificios terminales de pasajeros que se pondrán en marcha en tres etapas: la primera incluye uno con 38 posiciones de contacto para funcionar en 2021, la segunda entrará en operaciones en 2022, y la tercera considera levantar dos edificios adicionales para crecimiento futuro, en 30 años.

El texto señala que para la interconexión con el actual aeropuerto de la Ciudad de México habrá carriles exclusivos para autobuses a lo largo de 45.7 kilómetros desde la actual terminal 2 a través del Periférico. En principio, se demolerán las estructuras de la base militar, se mantendrá el casco de la hacienda de Santa Lucía y se removerán 5 mil 195 árboles.

Precisa que para resolver la demanda de servicios aeroportuarios en la zona metropolitana del valle de México se propone integrar un sistema que incluya a los tres aeropuertos más importantes de la región, que son el capitalino, el de Toluca y el que será el que se haga sobre la actual base militar de Santa Lucía.