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Negocios y empresas

La revolución de las finanzas

E

l sector financiero vive una revolución en la que cualquier changarro, computadora o teléfono conectado a Internet se convierte en medio de pago. Mientras hace apenas dos décadas teníamos que ir a un banco para depositar dinero o conseguir un préstamo, ahora lo podemos hacer desde la casa, la calle o la oficina.

Esta transformación ha permitido que en algunos países ya no se necesite dinero en efectivo para adquirir bienes o servicios. Tiendas y restaurantes en Estados Unidos o Europa, así como pequeños y medianos negocios de China, ya no aceptan moneda o papel moneda. Es obligatorio contar con una tarjeta o un teléfono para realizar los intercambios.

Esta transformación también ha generado monedas virtuales que operan de forma no regulada y que, por el momento, representan un peligro para quien las utiliza. Monedas como el euro, el dólar o el peso tienen el respaldo de algún banco central, pero instrumentos como el Bitcoin simplemente responden a la tecnología pero sin soporte institucional.

Esta falta de respaldo de las criptomonedas genera fraudes y pérdidas multimillonarias; sin embargo, la tecnología que manejan es de las más avanzadas y en un futuro cercano la utilizarán y regularán los bancos centrales, ya que reducen sustancialmente los costos de transferencias y operaciones financieras.

Pero quizá lo más importante en esta revolución es el acceso al crédito y a la inclusión que promueven sociedades financieras entre los emprendedores de bajos recursos que necesitan dinero para operar. En el caso de México, por ejemplo, Juntos Financiera, de Mauricio Hubard y Miguel Gallardo, apoya a los microempresarios para que tengan acceso a préstamos, seguros, fianzas, tarjetas de débito y ahorro institucional desde cantidades mínimas. Este tipo de instituciones incorporan a la formalidad a cientos de millones de personas y empresas por todo el mundo, lo cual implica un gran avance de la economía y en el desarrollo personal de los microempresarios.

En resumen, a escala global vivimos un cambio en la banca y las finanzas que se expresa en mayor eficiencia en los intercambios y en el acceso de crecientes grupos de la población al crédito institucional, lo que genera un mejor nivel de vida de grandes grupos sociales.