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Dueño del software de vigilancia declina responder sobre su uso ilegal en México y Arabia Saudita
 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de marzo de 2019, p. 12

Nueva York. La empresa de tecnología israelí NSO Group, creadora del software de vigilancia Pegasus, declaró que no tolerará el mal uso de sus producto, aunque declinó responder sobre los casos de periodistas y activistas espiados con su programa en México y Arabia Saudita, informó el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés)

El CPJ rastreó investigaciones de Citizen Lab, Amnistía Internacional y otras organizaciones pro derechos humanos que involucran a comunicadores afectados por el software Pegasus, una herramienta que el grupo NSO vende a los gobiernos.

Mediante ataques de suplantanción de identidad, el usuario es tentado a apretar un enlace malicioso y al hacerlo dicha tecnología traslada al atacante el control de la cámara, el micrófono y el contenido de un teléfono celular.

El grupo NSO ha dicho a los medios que sus clientes son sujetos a una investigación ética interna que evitaría realizar negocios con quienes hagan mal uso de dicho sistema, pero ha omitido responder cuando estos grupos de derechos humanos han documentado su utilización o el intento de instalarlo en aparatos pertenecientes a periodistas y activistas de la sociedad civil, desde Arabia Saudita hasta México.

No toleramos el mal uso de nuestros productos; nosotros conocemos y revisamos nuestros contratos para asegurarnos de que sólo son empleados para la prevención e investigación de terroristas y criminales, dijo un vocero de NSO al CPJ.

En una entrevista al programa 60 Minutos de CBS, el 24 de marzo, Shalev Hulio, cofundador de NSO, insistió en que la compañía no permite abusos a los derechos humanos. También opinó que si los periodistas están en contacto con un narcotraficante (...) y para atraparlos necesitas interceptarlos, esa es una decisión que deben tomar las agencias de inteligencia, sin dar más detalles sobre en qué casos considera legítimo el espionaje de comunicadores.

Un análisis de los grupos de derechos digitales, Citizen Lab, R3d, Social Tic y la organización por la libre expresión Artículo 19, detallaron un intento de ataque de Pegasus a Griselda Triana, esposa del periodista Javier Valdez, corresponsal de La Jornada en Sinaloa.

Valdez ganó el premio a la Libertad de Expresión del CPJ 2011 y fue asesinado el 15 mayo de 2017 por su cobertura de narcopolítica, sin que el gobierno mexicano haya resuelto el caso, destacó el CPJ.

“Me hizo enojar; se supone que esta tecnología se usa contra terroristas, criminales y gente que pone en peligro la seguridad nacional… no puedo imaginarme cómo se me incluyó dentro de ese grupo”, afirmó Triana.

Según Citizen Lab, tras el asesinato de Valdez, Triana fue atacada cuando la necesidad de información la hacía vulnerable a la suplantación de identidad. Los investigadores determinaron que un mensaje de texto que conducía a un artículo de prensa sobre la investigación del asesinato de su esposo fue uno de los muchos intentos para hacerla apretar el enlace malicioso e instalar el malware en su celular.

Según Citizen Lab, Triana es la vigesimoquinta persona “a la que se intenta espiar abusivamente con Pegasus en México”. Entre estos hay ocho periodistas y el hijo adolescente de la periodista Carmen Aristegui.

Periodistas mexicanos tienen en su poder documentos que muestran contratos millonarios que dan licencia del software Pegasus a la Fiscalía General de la República. Otros documentos filtrados a la prensa indican que altos funcionarios de Puebla utilizaron productos similares de la firma italiana Hacking Team para espiar a su oponentes políticos, según reportó el diario The New York Times.

Fuera de México la tecnología del grupo NSO también fue utilizada contra el periodista saudita opositor Jamal Khashoggi, antes de ser asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, en octubre pasado, señaló Citizen Lab.