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El jazz, abrevadero común para hallar cofrades: Alain Derbez

El crítico y músico dio a conocer su nuevo libro, Pluma en mano

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▲ Alain Derbez acompañado por el artista Jazzamoart (derecha), en la presentación del libro el pasado martes.Foto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de marzo de 2019, p. 5

En el libro Pluma en mano: entre blues y jazz (Editorial Turner), de Alain Derbez, se percibe el jazz como una gran conversación en la que no tiene que haber ningún lugar común que dicte nada, y en la que la superficialidad no se puede dar, expresó el periodista y músico. El volumen de 335 páginas fue presentado la noche del martes en una librería de la Zona Rosa.

Sus protagonistas son músicos con quienes se puede hablar de muchas cosas a partir del jazz, que es el abrevadero común. Eso es lo que más busco a la hora de hacer libros: tratar de encontrar cómplices, personas que, a partir del jazz, podamos conocernos mucho más, en muchos sentidos.

Finalmente, “el jazz, como la anarquía sobre todo el free jazz, es la voz de uno y la voz de la colectividad. En esta dialéctica uno suena lo que los otros están sonando para que entonces estén sonando en lo que yo estoy sonando desde mi instrumento: la pluma o el saxofón”.

Algunos de los textos fueron recuperados de libros anteriores, como Todo se escucha en el silencio (1983), cuya edición se agotó. Traté de hacer un cuerpo coherente, recuperar textos sí, pero no todos, llevarlos a buen puerto desde lo contemporáneo, apuntar lecturas posteriores a mis lecturas. Sí, es un libro autobiográfico; evidentemente, he dedicado muchísimos años a esta búsqueda de cofrades.

Para el crítico musical Juan Arturo Brennan, Pluma en mano es “una especie de Guía Roji del jazz en México, no de los jazzistas mexicanos; cómo se ha infiltrado el jazz aquí con todos los jazzistas que han venido y dejado su huella”.

Además, está hilado como una defensa a ultranza y una promoción apasionada del saxofón (instrumento que toca Derbez). El contenido del libro, más allá de lo musical, le da un perfil social y político; por ejemplo, las narraciones verdaderamente ásperas, como puede ser Alain cuando se lo propone.

Salpicado con un sentido de humor duro, Alain aprovecha para tirar dardos críticos mucho más allá del bombazo que dedica a Kenny G, a instituciones, personajes y políticos, lo que implica que esto es una historia, no una recopilación de datos. Tiene su cuota de anarquía, porque Alain brinca de aquí para allá, que lo hace mucho más interesante, acotó Brennan.

Según el periodista Pablo Espinosa, Pluma en mano es una fiesta. Un sueño donde los personajes desfilan en lugares insospechados, como ver en la sala Nezahualcóyotl al pianista Bill Evans, al contrabajista Charlie Mingus, quien expiró en Cuernavaca, bajo el volcán. Un sueño con jirones de realidad.

Catálogo magnífico y poesía, mucha poesía

También es un catálogo magnífico de discos. Un acierto, entre los muchos del libro, es el índice onomástico, tarea descomunal que no alcanza para todo. A la vez es un libro de poesía. Buena poesía. Bastante poesía. Capítulos enteros de poesía. Igualmente, “nos comparte libros que ya no se hallan, como su propio libro Todo se escucha en el silencio”.

Según el pintor Jazzamoart, autor de muchas de las portadas de los libros de Derbez, leer éste es recrearse, verse en el espejo, compartir y sentir que hay muchas cosas allí que seguramente a mí me hubiera encantado escribir y otras, aunque no las escribí, las he vivido.

A pesar de la cultura de Derbez, porque además como historiador tiene una mochila de conocimientos, al final puede platicar como un personaje de barrio popular y con la camiseta del Atlante bien puesta. Esto hace que sus textos sean divertidos, concluyó el artista plástico.

Pluma en mano se volverá a presentar el jueves 21 a las 19 horas en la Fonoteca Nacional (Francisco Sosa 383, Coyoacán), con la participación de la cantante Iraida Noriega y Nico Maroto.