ño tras año, la deuda pública federal se come buena parte del presupuesto de egresos del país; a su vez, el servicio del débito de cada uno de los estados de la República consume cantidades crecientes de los ingresos obtenidos por las entidades, cuya mayor proporción es aportada por el propio erario nacional; y para redondear el escenario, los adeudos de los municipios en no pocas ocasiones comprometen su desarrollo y estabilidad financiera.

La mayor información sobre este delicado asunto corresponde a la deuda pública federal, y en un segundo plano al ámbito estatal. Pero, en este renglón ¿cómo van los municipios? El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados divulgó un análisis sobre el particular, del cual se toman los siguientes pasajes. El saldo de la deuda municipal en la última década presenta (con información al cierre de 2018) un aumento de 25 mil 668.7 millones de pesos, al pasar de 22 mil 735.8 millones al cuarto trimestre de 2008 a 48 mil 404.5 millones en el mismo lapso de 2018. En esta etapa la tasa de crecimiento del saldo de las obligaciones financieras de los municipios fue de 39.2 por ciento en términos reales (crecimiento anual real de 3.4 por ciento).

Las obligaciones financieras de los municipios por tipo de acreedor a diciembre de 2018 se distribuyen de la siguiente manera: 47.2 por ciento se adeuda a la banca privada; 45.4 a la banca de desarrollo (propiedad del Estado); 2.9 a emisiones bursátiles y 4.5 por ciento se originan en otros conceptos, como los fideicomisos.

Los municipios cuya deuda supera mil millones de pesos al cierre del periodo de referencia son Tijuana, Baja California; Guadalajara, Jalisco; Monterrey, Nuevo León; Hermosillo, Sonora; Zapopan, Jalisco; León, Guanajuato; Benito Juárez, Quintana Roo; San Nicolás de los Garza, Nuevo León y Mexicali, Baja California. Su deuda conjunta representa casi 34 por ciento del total municipal. Las demarcaciones con más obligaciones financieras por habitante, de más de 2 mil pesos, son Puerto Peñasco, Sonora (3 mil 255.7 pesos por persona); Agua Prieta, Sonora (3 mil 232.1); Solidaridad, Quintana Roo (3 mil 51.1); San Nicolás de los Garza, Nuevo León (2 mil 226.3); Nogales, Sonora (2 mil 122) y Guaymas, Sonora (2 mil 112.9 pesos). Entre los municipios con la mayor relación deuda/ingresos están Agua Prieta, Sonora; Tonalá, Jalisco; San Nicolás de los Garza, Nuevo León y Othón P. Blanco, Quintana Roo, con proporciones mayores a 50 porciento.

En la década reciente cambió la composición de la deuda municipal por tipo de acreedor, lo cual se manifiesta en la menor participación de las prestaciones a municipios por parte de la banca múltiple, al pasar de 51.3 por ciento del total de la deuda municipal al cuarto trimes-tre de 2008, a 47.2 por ciento al mismo periodo de 2018, una caída de 4.1 puntos porcentuales. Por su parte, los acreedores que aumentaron su participación en la composición de la deuda fueron las emisiones bursátiles (1.8 puntos)y otros acreedores (3.4 puntos).

Los municipios más endeudados del país al cuarto trimestre de 2018 (sin considerar el débito de sus entes públicos) son Tijuana, Baja California (2 mil 653.8 millones de pesos); Guadalajara, Jalisco (2 mil 315.3); Monterrey, Nuevo León (2 mil 8.3); Hermosillo, Sonora (mil 790.2); Zapopan, Jalisco (mil 240.9); León, Guanajuato (mil 204.6); Benito Juárez,Quintana Roo (mil 95.2); San Nicolás de los Garza, Nuevo León (mil 22.8) y Mexicali, Baja California (mil 10.7). Estos nueve municipios concentran un tercio (33.8 por ciento) del total de la deuda de este nivel de gobierno.

Sin embargo, el problema es mayor, pues de los casi 2 mil 500 municipios del país sólo 606 (menos de 25 por ciento del total) tienen su deuda inscrita en el Registro Público Único de la Secretaría de Hacienda.

Las rebanadas del pastel

Hay que estar atentos a los anuncios presidenciales en la conmemoración del 81 aniversario de la expropiación petrolera.

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