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Abraham Cruzvillegas, artista a contracorriente de la tradición

Se concibe más como trabajador de la cultura que como escultor, reconoce en entrevista con La Jornada

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Desde hace unos años he trabajado cerca de las distintas teorías del color, en particular las de Goethe, Albers e Itten, dijo en entrevista.Foto cortesía de la galería Kurimanzutto
 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de marzo de 2019, p. 8

El artista conceptual Abraham Cruzvillegas (Ciudad de México,1968) prefiere llamarse a sí mismo trabajador de la cultura en vez de escultor, porque no lo es en el sentido tradicional.

“Lo utilizo de manera irónica. Trabajo en el espacio, hago emplazamiento de objetos. Nunca les llamo ensamblajes o ready made o arte objeto, sino esculturas casi a contracorriente de la tradición y el lenguaje clásico”, expresa con motivo de Esculturas pendientes, exposición que presentó en la galería Kurimanzutto en el contexto del vigésimo aniversario de ésta.

El artista agrega que hace dibujos, videos, hice una obra de teatro, una película; he grabado 40 canciones con mis letras, he sido profesor desde 1991. En un sentido real soy un trabajador de la cultura y no en un sentido demográfico.

Radicado desde hace cinco meses en París a raíz de una invitación para impartir clases en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes, Cruzvillegas dice que Esculturas pendientes reúne y sintetiza su práctica de toda la vida en un solo proyecto.

Hay una parte de recuperación de materiales como he hecho siempre; otra de trabajo artesanal que también he hecho desde siempre, cuando incorporé obras de mi papá, que era artesano; hay elementos naturales vivos, como ha habido en algunos momentos de mi trabajo; hay elementos constructivos que apelan al lenguaje en la historia del arte reciente, es decir, los últimos 100 años en la bifurcación que marcan Marcel Duchamp y Constantin Brancusi, en un aspecto formal, así como conceptual, detalla.

A Cruzvillegas le entusiasma mucho poder entender mi vocabulario, mis herramientas y mi metodología en una síntesis que ha llegado a un punto de su atomización. Es decir, espero a partir de hoy que todo cambie, que mi trabajo se renueve y sea otro en un futuro que empieza en la manera que lo estoy diciendo.

El artista aclara que ya no trabaja en el estudio desde hace algunos años, todo lo hace en sitio, con materiales muchas veces locales. Su estudio más bien sirve para acumular materiales.

Hace un año donó al Museo Tamayo una pieza hecha en Corea del Sur: “Una escultura muy grande, compuesta por un montón de objetos que me consiguieron en un museo en Seúl. Les dije: ‘necesito materiales que pueda usar’.

“Llegué y había unas tres toneladas de objetos que venían de una zona de desgentrificación, de donde sacaron un montón de pepenadores para construir un edificio de departamentos tipo loft. Tinas de baño, pelotas de baloncesto, libretas, retratos, sartenes, ropas, sombrillas. Hice una especie de espiral en la que todos los objetos se tocan entre sí, apoyado en el diagrama de Venn. Irme reconociendo en los materiales me permitió construir la escultura. Se va a utilizar como escenografía de una obra de Juan Villoro que estrena en julio, a propósito del Muro de Berlín”.

El maque y su rescate

Aparte de la madera, el metal, la piedra, el plástico y las plantas empleadas en las piezas, hay un elemento artesanal que retoma una batea tradicional de Michoacán, estado donde nació el padre de Cruzvillegas. “El maque en Uruapan es una técnica precolombina que se hace al mezclar pigmentos con resinas también naturales. Martina Navarro es una purépecha de una comunidad en la meseta tarasca cercana al pueblo de mi padre, que ha recuperado la práctica del maque con sus materiales originales. Invité a su familia y les di un diseño de tres círculos que se entrelazan para hacerlo en maque sobre diferentes superficies de madera. Hicieron 14 piezas.

El patrón de círculos es una esquematización literal del diagrama de Venn. Desde hace unos años he trabajado muy cerca de las distintas teorías del color, en particular las de Goethe, Albers e Itten. Ésta última es la que más me interesa por su sentido místico. El diagrama de Venn me ha servido para configurar distintos modelos de combinaciones de colores, desde los primarios: azul, amarillo y rojo, sus secundarios y terciarios, y las combinaciones entre los segundos dos infinitamente.