La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), a la cual la Secretaría de Hacienda le canceló cuentas bancarias por 156 millones de dólares provenientes de transferencias desde 22 países, no ha tenido hasta ahora señalamientos graves en los informes elaborados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Desde 2007, la ASF le ha realizado seis inspecciones a dicha institución educativa, pero ninguna de ellas es forense –es decir, donde ya se presuma la comisión de un delito– y hasta la fecha el monto no aclarado de sus fondos es de 28.9 millones de pesos.

El análisis más reciente hecho por el ente revisor del gasto público a la UAEH fue en la cuenta pública 2017, cuando verificó el funcionamiento de los subsidios federales en la universidad. En ese entonces, alertó que no había realizado acciones suficientes de control interno en materia de ética, integridad y auditoría.

De igual manera, se advirtió que en la mencionada casa de estudios no se cuenta con un lineamiento, procedimiento, manual o guía en el que se establezca la metodología para la administración de riesgos de corrupción, ni con evidencia de que se informa a alguna instancia de la situación de los riesgos y su atención.

Por otro lado, se hizo notar que las cuentas bancarias en donde la UAEH recibía los fondos de los subsidios federales no era específicas ni exclusivas, toda vez que en ellas se depositaron recursos de otras fuentes de financiamiento.

Pese a ello, la ASF concluye que la universidad hidalguense realizó una gestión eficiente y transparente de los recursos del programa Subsidios Federales para los Organismos Descentralizados Estatales.

Por su parte, la Auditoría Superior del estado de Hidalgo tampoco advirtió alguna práctica de malos manejos financieros antes del congelamiento de cuentas realizado hace unos días por Hacienda. En el análisis de la Cuenta Pública 2017, por ejemplo, el órgano fiscalizador estatal indicó que la UAEH no tenía montos económicos vigentes qué aclarar.