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Cerca de 14 mil asistieron a escuchar el hip hop de El Cartel de Santa, en Azcapotzalco

Millonario preparó el terreno para la presentación de los neoleoneses

 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de marzo de 2019, p. 7

Miles de manos en alto se movieron al ritmo marcado del hip hop, al tiempo que un sonido gutural emergía desde la audiencia, producto del influjo de El Cartel de Santa.

En la Arena Ciudad México, la noche del viernes, la agrupación surgida en Santa Catarina, Nuevo Léon, que este 2019 llega a 20 años en la escena musical, tomó a sus seguidores para llevarlos a una noche catártica de luces verde fosforescente y rojo vibrante, pero sin prescindir del blanco y negro, así como de la imagen de una calavera cubierta con humo de cigarro.

El recinto de Azcapotzalco resistió las vibraciones del baile y de los cantos que acompañaron a Babo, líder de la banda, quien desde un principio aseguró que iba a cantar todo lo que le pidieran.

Hagan ruido, repitió el cantante en diversos momentos de la noche en que El Cartel de Santa regresó a Ciudad de México para congregar a niños, jóvenes y adultos; mientras, parte del público femenino lució shorts, faldas cortas y vestidos que permitían no acalorarse con las rolas de Volvió el sensei, Mucha mariguana o Si estuviera en Dubai, del álbum Viejo marihuano.

La última vez que vine a tocar al Pepsi Center traía una pata quebrada y mucha gente se quejó de que nomás toqué una hora, pero ahora voy a estar un chingo y espero se aguanten, expresó Babo, quien después constató que su público sí los iba a acompañar hasta la última rola y hasta el último aliento.

Con alrededor de 14 mil energéticos escuchas, el hip hop siguió con temas como Suena Mamalona, El arte del engaño, Si te vienen a contar, Soy quien soy y Pollo y conejo. Los ánimos ya los había encendido en un inicio el rapero y hip hopero Millonario, quien durante una hora preparó el terreno para el anfitrión de la noche.

Así, para aminorar el calor humano, los estragos del baile y la garganta cansada, los vasos con cerveza corrían de mano en mano y los expendedores no tuvieron tregua mientras El Cartel de Santa extasiaba a sus seguidores en una noche que se incendió con la rima punzante y rítmica del hip hop.