Los temas que le interesan al presidente Andrés Manuel López Obrador se acumulan en la Cámara de Diputados –eliminar el fuero, derogar la reforma educativa, consulta popular y cambios al sistema de ahorro para el retiro–, y los grupos parlamentarios de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC) señalan, por separado, que el común en todos los casos es la falta de negociación y flexibilidad.

Si hay cerrazón, difícilmente avanzarán los temas, advierte el coordinador priísta René Juárez Cisneros. Y el coordinador de MC, Tonatiuh Bravo Padilla, plantea que el gobierno no ha afinado sus mecanismos de diálogo. El triunfo no da, de manera automática, la construcción de acuerdos y no se pueden aprobar iniciativas al pie de la letra. Hay falta de oficio, acotó.

Mientras que el coordinador del Partido del Trabajo (PT), Reginaldo Sandoval, planteó que sí hay negociación, pero el equipo del Presidente no explica bien las iniciativas.

Desde su perspectiva, no es la falta de negociación lo que explica que se empantanen los temas prioritarios para el gobierno federal.

Debemos analizar en qué términos se desarrollan el diálogo y las negociaciones. La conducta de quienes entorpecen el mandato popular obedece a un razonamiento neoliberal que sólo cambió de lugar la correlación de fuerzas y, por tanto, no hay plena conciencia y claridad de que hay una ruptura de sistema y modelo, indicó.

En el Congreso estos actores que entorpecen el mandato popular permiten que continúen las mismas reglas y no se atreven a modificar la Ley Orgánica del Congreso. No se atreven a cambiar, resaltó.

Sin embargo, también ponderó que el gabinete presidencial no comunica correctamente hacia el Congreso el alcance de las propuestas y ello explica, por ejemplo, que en la reforma constitucional para aprobar la Guardia Nacional, no se aceptara incluir un cuarto transitorio para que el Ejército y la Marina se hicieran cargo de la seguridad pública.

Y esperamos que no nos suceda con la reforma educativa, declaró.

René Juárez, ex dirigente nacional del PRI, expresó: mientras no exista flexibilidad y generosidad para entender que hay un Congreso plural, las reformas, las iniciativas de enorme trascendencia que planteé el grupo mayoritario o el gobierno van a tener conflicto para transitar.

Planteó que tanto el gobierno como Morena deben tener mayor disposición a escuchar e incorporar ideas para acomodar las iniciativas a la realidad de la composición de la Cámara.

Es decir, si quieren llevar adelante una reforma constitucional se debe entender que, forzosamente, se requiere (el voto de) las dos terceras partes y si hay una cerrazón total para algunos temas, difícilmente, van a transitar. Por eso parece que se empantanan los temas de fondo, expresó.

¿Qué falla? El Presidente da la instrucción de que se aprueben las iniciativas sin un solo cambio, lo cual es imposible en un Congreso. Y cuando hay una votación que le interesa, convoca a la coalición que lo postuló, pero nunca a la oposición. No se sabe qué tipo de relación quiere entablar, concluyó.