Petatlán, Gro., Aproximadamente 200 policías comunitarios de las regiones de la Costa Grande y la Sierra, incorporados a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), tomaron las instalaciones de la secretaría de seguridad pública de Petatlán, a un costado de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.

Los civiles, entre ellos niños, desarmaron a 46 policías, los hicieron acostarse boca abajo, revisaron las instalaciones y encontraron equipos de radiocomunicación que estaban sintonizados en la misma frecuencia que la de criminales, informó Roberto Álvarez Heredia, vocero de la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz.

En una tarjeta informativa, el funcionario detalló que alrededor de las 17:30 horas del lunes arribaron a la comandancia, en el palacio municipal de Petatlán, 150 elementos de la policía comunitaria (algunos medios mencionaron hasta 300) provenientes de los municipios de Tecpan de Galeana, Petatlán, Zihuatanejo y Coyuca de Catalán.

Los comunitarios despojaron de armas y equipos de radiocomunicación a 40 policías municipales. Después se trasladaron a las oficinas de la corporación, a un costado de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, donde permanecían hasta el cierre de esta edición.

La mañana de este martes los comunitarios se encontraban dispersos desde la dirección de seguridad pública hasta las entradas a la ciudad, e instalaron retenes al lado de la carretera.

Las mujeres leían comentarios en Facebook, sobre todo los contrarios a su movimiento. Gente de Petatlán: es hora de que saquemos a esos comunitarios. No pueden estar aquí, andan armados. Hay que echarlos, leían.

Un comunitario expresó que están siendo amenazados por el grupo delictivo Guardia Guerrerense, en mensajes de WhatsApp y por la radio. Dijeron que nos iban a echar unas granadas.

Comentó que en la madrugada acudió el alcalde, Esteban Cárdenas, quien dijo estar en la mejor disposición para apoyarlos. Las mujeres le mostraron pancartas con exigencias de parar las extorsiones, asesinatos, desapariciones forzadas, secuestros y abigeato.

En Chilpancingo, el gobernador Héctor Astudillo Flores manifestó: Los grupos armados no pueden hacerse responsables de la seguridad pública, pero hay que dialogar, porque tampoco nos vamos a enfrentar con un grupo que hace lo que hizo.

Comentó que tienen que intervenir todos los elementos de seguridad, pues la Guardia Nacional todavía no está operando. Nosotros hemos informado a la Secretaría de Gobernación.

La tarde del domingo policías comunitarios se enfrentaron con civiles armados en el camino que conduce a la localidad del Camalotito, en la zona serrana de Petatlán. Hubo seis muertos, entre ellos Felipe Torres Cruz, hermano del campesino ecologista Javier Torres Cruz, asesinado en abril de 2011.