En México, tres de cada 10 personas con capacidades diferentes busca trabajo, pero no lo consigue pues no hay empleos para ellos, señala el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México. En la presentación de la plataforma para el sector privado y la agenda 2030, Cynthia Valdez, oficial nacional de Desarrollo Social y Económico Incluyente (Dsei) del programa referido, señaló lo anterior como parte de los retos empresariales en el país, que se asocian con los objetivos de desarrollo sostenible.

Agregó que la desigualdad que aún existe en el país no sólo afecta la contratación de personas con capacidades diferentes, sino también por género, pues sólo 34 por ciento de los puestos de alta dirección en México son ocupados por mujeres, sector que además ocupa más de 20 horas en el trabajo y en el hogar, mientras los hombres sólo 9 horas.

Valdez destacó que en México ocho de cada 10 jóvenes no tiene los beneficios para trabajadores que determina la ley y según el Índice de Percepción de la Corrupción 2017, el país ocupa las peores posiciones de América Latina y el Caribe.

Por lo anterior, la oficial de la Dsei comentó que el sector privado puede ayudar a revertir esta problemática. Comentó que el papel de las empresas va más allá del modelo de responsabilidad social o acciones filantrópicas, aunque varias compañías ya han dejado ese modelo.

En tanto, Katyna Argueta, directora del PNUD en México, llamó a la iniciativa privada a dejar el modelo de responsabilidad social, con miras a lograr la meta establecida en la Agenda 2030, que contiene 17 objetivos para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todas las personas.

Dijo que el sector empresarial del país debe contribuir a resolver los problemas relacionados con el desarrollo sostenible, a invertir en las áreas críticas y a adoptar modalidades de consumo, como sucede Reino Unido o Países Bajos, donde las empresas trabajan en beneficio del desarrollo de la población.

Resaltó que el sector empresarial es un socio para lograr los objetivos de desarrollo sostenible, pues su papel va más allá de sólo ser entes de consulta de políticas públicas.

Según el PNUD, el sector productivo debe transitar del modelo tradicional de negocios a uno sostenible, en el cual se ponga énfasis, además de las ganancias, en el impacto a las personas y el ambiente.