Mexicali, BC. José Vázquez Portillo es un menor de edad no acompañado que integra la caravana migrante y solicita su repatriacion asistida a Honduras, tras permanecer dos semanas en esta ciudad fronteriza.

Es una situación muy dura, está difícil, comenta el adolescente sobre la reacción del gobierno de Estados Unidos, que repelió el intento de unos 500 migrantes de ingresar a ese país sin documentos el fin de semana.

Originario de Santa Bárbara, donde viven su madre y su padrastro, planea su regreso a San Pedro Sula, por ser la ciudad donde vivió los meses recientes.

Él es uno de los 20 centroamericanos que firmaron su proceso de deportación ante el Instituto Nacional de Migracion en el refugio temporal Benito Juárez de la zona norte de esta ciudad fronteriza.

A José lo trasladaron al desayunador del padre Chava para preparar su salida del aeropuerto de Tijuana hacia la capital del país, donde estará unas horas en la estación Las Agujas de Iztapalapa, y después lo conducirán a la frontera de Tapachula, Chiapas. En compañía de regidores panistas y personal que dice pertenecer a la Organizacion Internacional de Migración, los hombres fueron llevados en un transporte público al desayunador y las mujeres con niños a otro albergue de esta ciudad fronteriza.

Refuerza EU su frontera

En tanto, personal de la Patrulla Fronteriza de Texas fue trasladado a la garita de San Ysidro y más infantes de marina de Twentynine Palms fueron enviados a California para proteger la frontera de Estados Unidos y el cruce legal de personas y del comercio, justificó el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país, Kevin McAleenan.

Según cifras estatales, alrededor de 8 mil 82 migrantes han entrado a territorio bajacaliforniano, de los cuales mil 200 están en Mexicali y 6 mil 882 en Tijuana.

Sólo en el albergue Benito Juárez hay un registro de más de 5 mil migrantes: 923 menores de edad, 972 mujeres y 3 mil 326 varones.