Opinión
Ver día anteriorDomingo 18 de noviembre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Barroco+jarocho... ¡barrocho!
S

iempre habrá algo de asombroso, y a la vez entrañable, en mirar (y escuchar) una viola da gamba al lado de una quijada de caballo, o un marimbol junto a una guitarra barroca. De estos y muchos otros ricos vasos comunicantes estuvo hecho el sabroso y divertido concierto ofrecido el pasado fin de semana en Bellas Artes por ese incomparable músico que es Jordi Savall, con cuatro de sus colaboradores del grupo Hespèrion XXI, y siete músicos del colectivo mexicano (con un toque de Colombia) Tembembe Ensamble Continuo. Colaboradores desde hace ya un buen número de años en varios proyectos, estos dos grupos parecen haber nacido el uno para el otro. Esta propuesta particular fue una muy instructiva exploración de las numerosas tangentes y puntos de contacto que hay entre la música antigua de la península ibérica y algunas músicas tradicionales de México; específicamente, diversas manifestaciones dancísticas del renacimiento y el barroco español, confrontadas, fundidas, aliadas con sones mexicanos, sobre todo de la tradición jarocha.

Cabría destacar, al interior de un concierto ejemplar y ampliamente disfrutable de principio a fin, algunos hechos y momentos particularmente significativos. Por ejemplo, las Diferencias sobre las Folías, de Antonio Martín y Coll, tocadas con una sabia combinación de cuerdas frotadas y punteadas, con un sutil toque de percusión, a lo largo de las cuales Savall y sus colaboradores lograron expresar y transmitir una asombrosa variedad de estados de ánimo con fundamento en el que quizá sea el patrón armónico más famoso en la historia de la música. Notable asimismo, la ejecución de las improvisaciones sobre los tradicionales Canarios, también muy diversa en sus partes, y en la que Savall empleó algunas técnicas extendidas en su viola da gamba para producir evocadores cantos de aves. Otro punto cimero del recital: la enjundiosa manera de tocar el atractivo Passamezzo moderno II de Diego Ortiz, más ampliamente conocido como su Recercada segunda, luminosa pieza construida sencillamente sobre cuatro acordes. Otro hito destacado fue la fusión de una Jota de Santiago de Murcia con la pícara María Chuchena; aquí y en el resto de los sones, muy encomiables, las voces de Ada Coronel y Zenen Zeferino, de timbre, calidad y consistencia ideales para este repertorio. Y, a propósito del canto, siempre es un gusto ver y escuchar a ese ejemplar guitarrista español que es Xavier Díaz-Latorre cantar con enjundia y placer contagiosos cuanta canción, europea o no, abordan Hespèrion XXI y sus cómplices. La culminación del programa, rubricado como Folías antiguas y criollas, del Antiguo al Nuevo Mundo, fue una de las más asombrosas muestras de los paralelos que hay entre estas músicas surgidas y desarrolladas con un enorme océano de por medio: la notable Gallarda napolitana, del italiano Antonio Valente, que tiene tanto de son jarocho (o huasteco) como el Jarabe loco o El arancazacate. Si usted no estuvo en Bellas Artes y quiere dejarse sorprender para luego esbozar una carcajada de gozoso asombro, escuche con atención esta Gallarda napolitana, que es el primer track de Ostinato, uno más de los indispensables discos grabados con Hespèrion XXI por ese gran músico y gran humanista que es Jordi Savall.

Algunas coplas octosílabas semi improvisadas en la voz de Enrique Barona, con alusiones a las músicas y los músicos del momento, resultaron ciertamente divertidas.

Alguna otra, referida a nuestro peculiar momento político transicional, fue recibida con aplausos de compromiso y sonrisas congeladas por el público de Bellas Artes, la mayoría del cual parecía estar al borde de un ataque de nervios. Y para darle un toque final de sazón a este rico caldo musical barrocho y multinacional, va este dato menor, pero quizá significativo: los huecos del arpa de Andrew Lawrence-King estaban adornados con estrellas de David, y los bordes de la tarima para el zapateado (elegantemente taconeado por Donají Esparza), con caligrafía árabe.