Con el voto mayoritario de Morena y sus aliados, el Senado aprobó la ley orgánica de la fiscalía general de la República, el nuevo órgano federal responsable de perseguir los delitos, pero también de proteger plenamente los derechos humanos de los imputados y las víctimas.

La discusión se prolongó por casi 10 horas, en las que Morena defendió, en voz de la senadora Olga Sánchez Cordero, autora del proyecto, que es una fiscalía para avanzar a la justicia y la pacificación en el país. Ello ante la insistencia de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), así como Movimiento Ciudadano, de que no basta esa ley secundaria.

La oposición recalcó que debió modificarse el artículo 102, a fin de garantizar independencia y autonomía plena a esa fiscalía, que sólo reproducirá, dijeron, los vicios de la actual Procuraduría General de la República (PGR) y no permitirá combatir la corrupción y la impunidad.

Los senadores del PAN, encabezados por su coordinador, Damián Zepeda, reiteraron que se creará un fiscal carnal para el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

La senadora Sánchez Cordero les recordó entonces a priístas y panistas que la reforma al 102 Constitucional, que ahora impugnan, la impulsaron sus compañeros de partido en la pasada legislatura y además, durante cuatro años incumplieron la obligación de crear la ley secundaria.

La próxima secretaria de Gobernación sostuvo que el fiscal general de la República –que durará nueve años en el cargo– tendrá la independencia y la autonomía técnica que le da la Carta Magna.

México requiere contar con una fiscalía general y con un fiscal que atienda los retos que en esta materia enfrentamos día a día todos los mexicanos, en un reclamo de paz y justicia, insistió la senadora Sánchez Cordero.

El también senador de Morena Rubén Rocha Moya fue más allá. Respondió a la oposición que lo que pretenden es crear una fiscalía carnal del poder fáctico del crimen organizado y del dinero, que use al fiscal para impulsar un probable golpe de Estado al nuevo gobierno que encabezará López Obrador.

La senadora del PRI Claudia Ruiz Massieu expresó la postura en contra de su bancada. La fiscalía que crea este dictamen tiene deficiencias serias en su autonomía, afecta a la ciudadanía, no supera los vicios e ineficiencias de la PGR y crea espacios de discrecionalidad preocupantes, no es lo que necesitamos.

El coordinador del PRD, Miguel Ángel Mancera, se sumó a los reclamos. El senador de Movimiento Ciudadano Samuel García llevó incluso a tribuna un cartel con la leyenda No al fiscal carnal, el mismo que sus compañeros y los integrantes de la bancada del PAN colocaron en los escaños.

Sólo que la bancada de Morena llevaba los propios: Por una fiscalía que sí investigue.

Después de tres horas se aprobó la ley en lo general, con 70 votos en favor y 47 en contra, y siguió luego la discusión en lo particular, sobre esa legislación que incluye crear nuevas figuras: la fiscalía especializada en anticorrupción y otra en derechos humanos, de la que se desprenderán otras, entre ellas la de atención a las mujeres.

La ley da un plazo de un año al fiscal para presentar un plan estratégico de transición y para realizar una convocatoria pública para los cambios constitucionales y legales que requiera la nueva dependencia.

La oposición presentó 64 reservas, de las que se aceptaron algunas de redacción, que no representaron cambios de fondo. Hubo una fuerte discusión cuando la panista Kenia López insistió en que no se incluía una fiscalía para los derechos humanos de las mujeres.

La senadora Sánchez Cordero le demostró que está incluida en el artículo 14 de la ley y como siguieron los reclamos y la acusación de que Morena no defiende a las mujeres, el senador Víctor Castro les dijo que son los gobiernos del PAN y del PRI quienes han permitido los feminicidios y mujeres encarceladas por abortar.

Cerca de las 10:30 de la noche se aprobó en lo general y en lo particular. La minuta se turnó a la Cámara de Diputados.