Dubai. El presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo ayer que las recientes sanciones de Estados Unidos no han tenido efecto sobre la economía de ese país porque, en la práctica, Washington las había impuesto anteriormente.

El restablecimiento de las penalidades es parte de un esfuerzo mayor del presidente estadunidense, Donald Trump, por obligar a Irán a frenar sus programas nuclear y de misiles, así como su respaldo a fuerzas en Yemen, Siria, El Líbano y otras regiones de Medio Oriente.

Las sanciones no han tenido impacto en nuestra economía porque Estados Unidos ya utilizó todas las armas a su disposición y no había nada nuevo que utilizar en nuestra contra, aseguró Rouhani en comentarios transmitidos en vivo por la televisión estatal.

Agregó que ellos acaban de publicar una larga lista de bancos, sus oficinas de aerolíneas y sus aviones. Esto demuestra que simplemente están intentando afectar sicológicamente a la nación iraní.

Aval a ocho importadores de petróleo

Estados Unidos señaló que permitiría temporalmente que ocho importadores sigan comprando petróleo iraní cuando volvió a imponer sus sanciones el lunes.

Ahora se ha vuelto claro que Estados Unidos no puede reducir las exportaciones de petróleo de Irán a cero, afirmó Rouhani, quien aceptó que las medidas de Trump buscan afectar la vida y el sustento diario del pueblo iraní.

Horas más tarde, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, criticó lo que llamó el ritmo lento de la Unión Europea para salvar el Plan de Acción Integral Conjunto y la apremió a acelerar sus esfuerzos para preservar los intereses de su gobierno plasmados en el acuerdo, informó la agencia de noticias Tasnim.

Zarif hizo alusión al mecanismo legal inminente de la Unión Europea para facilitar las transacciones financieras legítimas con Irán.

Trump retiró en mayo pasado a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, firmado en Viena el 2 de abril de 2015, con el argumento de que su programa atómico amenaza la seguridad internacional.

Los otros firmantes (Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China) acordaron seguir en el tratado y buscar alternativas ante las medidas tomadas por Estados Unidos.