La compañía Seña y Verbo: Teatro de Sordos comenzará este mes los festejos por su 25 aniversario, que se extenderán hasta noviembre de 2019. En principio, incluyen giras por Colombia, Chile y diversos puntos de la República Mexicana, así como la producción de cuatro obras nuevas.

Así lo adelantó a La Jornada su director ejecutivo, Jesús Jiménez, quien informó que en unos días se dará a conocer el programa completo de la celebración, el cual se tenía previsto comenzar en diciembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, pero la fecha coincide con el cambio de administración sexenal.

La agrupación realiza una breve temporada de ¡Silencio, Romeo! Lo que el amor puede, el amor lo intenta, en el escenario trashumante de La Corrala del Mitote, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), que concluirá el 18 de noviembre.

Esta puesta en escena da un giro a la conocida tragedia de Romeo y Julieta, de William Shakespeare, al contar la historia de los amantes de Verona en forma bilingüe: en español y en lengua de señas mexicana.

Con dos horas de duración, el montaje fue estrenado por Seña y Verbo en 2016, en coproducción con el British Council, como parte de los festejos por el 400 aniversario luctuoso del dramaturgo inglés.

El creador escénico Alberto Lomnitz se encargó de la traducción del texto original, mientras Carlos Corona hizo la adaptación y dirige esta obra en la que los Montesco y los Capuleto son representados por una familia oyente y otra de sordos.

El odio ancestral entre ambos clanes engendra un nuevo odio en cuya entraña nace y se intensifica el amor entre esos jóvenes amantes que, como es sabido, son perseguidos por la mala fortuna y la tragedia.

En la tradición literaria occidental, la de Romeo y Julieta se ha convertido en la historia de amor por excelencia, y no sólo en teatro, sino en diversas disciplinas que la han abordado de forma reiterada, subrayó Jesús Jiménez

La propuesta de Seña y verbo es para todo público; en ella participan actores oyentes y sordos que dan cuenta de ese irracional encono entre familias y del amor de la pareja.

Los Capuleto se expresan mediante el lenguaje oral y el de señas mexicanas, mientras los segundos, los Montesco, actúan con base en señas y sus textos son hablados en español por actores oyentes, que a su vez se encargan de la musicalización y los efectos de sonido en vivo.