Buenos Aires. La histórica final que jugarán Boca Juniors y River Plate por la Copa Libertadores es un sueño hecho realidad que debe disfrutarse en paz, afirmaron los dirigentes del futbol sudamericano en medio de la euforia que se vive entre los aficionados y a la que se sumó Diego Armando Maradona.

Desde Sinaloa, donde dirige a Dorados, El Pelusa calentó el encuentro al aseverar que Boca Juniors es el único rey de Copas. Aunque aseguró que River Plate está fuerte por el técnico Marcelo Gallardo, además de que los xeneizes están acostumbrados a jugar finales y son cosa sería en esos partidos.

En la víspera que los dos grandes clubes argentinos se midan en el estadio La Bombonera de Boca, en el primero de los dos duelos por la final del torneo, Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), dijo: Es una oportunidad histórica para Argentina, la cual debe ser vivida como una fiesta.

Claudio Tapia, titular de la Asociación del Futbol Argentino, indicó que la final lleva al balompié argentino a lo más alto. La competencia finaliza cuando termina la última pitada del árbitro, afirmó al instar a que transcurra sin la habitual violencia.

Por decisión de ambos clubes, los partidos se jugarán sin público visitante, pese a que el presidente de Argentina, Mauricio Macri –ex dirigente de Boca– se manifestó en favor de que así fuera, lo que se contradecía con la práctica de seguridad establecida desde 2013 para la mayoría de los partidos en el país.

Aun sin visitantes, la final contará con un enorme operativo de seguridad, al menos mil 700 efectivos custodiarán el partido en La Bombonera. Empleados de la alcaldía han colocado las vallas con las que cerrarán las calles del barrio a partir de la medianoche.

Ante los temores y las prevenciones, el barrio, que late al unísono con La Bombonera con cada gol de Boca, quiso mostrar también su cara amable. A las puertas de una tienda de souvenirs dos vendedores se abrazan y se dejan fotografiar. Uno lleva puesta la camiseta de Boca, el otro la de River, una rareza en las inmediaciones del famoso inmueble.

La Copa Libertadores es la meta más importante de la temporada tanto para Boca, que de forma paralela aspira a conquistar el tricampeonato de la Superliga argentina, como para River, que pelea en un frente triple porque además sigue en carrera en la Copa Argentina.