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Aún toman clases en aulas provisionales en Oaxaca

Sigue sin repararse primaria en San Blas a un año del sismo

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▲ Unos 109 estudiantes de la primaria Ingeniero Víctor Bravo Ahuja de la comunidad de Puente Madera, municipio de San Blas Atempa, Oaxaca, siguen tomando clases a la intemperie, debido al sismo de 8.2 grados que dañó el año pasado su escuela.Foto Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 21 de octubre de 2018, p. 28

Puente Madera, Oax., Un patio, la sombra de un árbol y techos de lámina y paredes de palma, entre otros espacios improvisados siguen siendo las aulas para 109 estudiantes de la primaria Ingeniero Víctor Bravo Ahuja, en la comunidad de Puente Madera, municipio de San Blas Atempa, Oaxaca, debido al terremoto de 8.2 grados que dañó su escuela.

Desde septiembre del año pasado, cuando ocurrió el sismo, los padres de familia y profesores construyeron aulas provisionales ante la lenta reconstrucción de su escuela y para no perder el ciclo escolar de sus hijos y alumnos.

Pero los estudiantes prefieren tomar clases al aire libre, debido a que adentro el calor es intenso y los zancudos se han reproducido, debido a las recientes lluvias que favorecen su proliferación por los encharcamientos, sin que las autoridades de salud fumiguen la zona. Además, no hay sanitarios.

Sodel Cabrera Ríos, director del plantel y maestro de grupo, señaló que no hay apoyos ni de las autoridades estatales ni de las federales, sólo el agente municipal les ha dado ayuda.

Explicó que el avance de la reconstrucción es lenta, por lo que los niños y maestros tendrán que continuar en esta situación.

No vemos otra opción para impartir clases; por ejemplo, en el aula de primer grado, la profesora tiene que prender un repelente de moscos para poder impartir su cátedra; otro maestro dejó el aula improvisada y se fue al patio porque el piso quedó lodoso por las lluvias, indicó.

Abisai Reyes López, estudiante de quinto grado de primaria expresó que ya quiere volver a su escuela porque ya quiere sufrir por las lluvias. Cuando cae el agua se suspenden las clases y este espacio crea muchos moscos; además las aulas también gotean, merecemos mejores condiciones, dijo.

Según la sección 22 de la Coordinadora Nacional de trabajadores de la Educación, unas 2 mil escuelas de la región del Istmo resultaron dañadas por el terremoto, entre ellas esta escuela primaria que apenas lleva 10 por ciento de avance en su reconstrucción. Se tiene contemplado construir seis aulas nuevas y rehabilitar una.