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Ciudad perdida

Congreso sin faro // Pifia tras pifia

L

a inclusión de Valentín Maldonado, ex jefe delegacional de Coyoacán, en la Comisión de Protección a Periodistas del Congreso de la Ciudad de México, sólo nos habla de una conducción política fallida en ese órgano legislativo. No puede ser de otra manera porque a Maldonado se le acusa de haber estado detrás de las agresiones a nuestro reportero Ángel Bolaños y de la violencia que en contra de Claudia Sheinbaum se ejerció en los mítines de su campaña por la jefatura de Gobierno de esta capital.

Primero fue la designación de la diputada priísta Sandra Vaca como presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez, a quien se vinculó con Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y se acusó de ser la encargada de alimentar con mujeres una supuesta red de prostitución, a cuya cabeza estaba el mismo Gutiérrez de la Torre.

La decisión de darle el cargo causó escándalo y Ernestina Godoy, presidenta de la Junta de Coordinación Política, luego de un acuerdo con el PRI informó, vía Twitter, que ese partido había desistido del nombramiento y la retiró de la responsabilidad.

Frente a esa, ¿cómo llamarle?, ¿pifia, tal vez? la situación no se corrigió de fondo y como resulta natural más tardaron en apagar el fuego que encendió el nombramiento de la señora Vaca, que debió haber sido considerado por la presidenta del Congreso, cuando el nombramiento de Maldonado estalló en la cara de ese organismo, que no parece preparado, cuando menos en la conducción política, para respaldar los proyectos de la jefa de Gobierno y responder así a las demandas de la gente de la ciudad.

La Comisión de Protección a Periodistas es de nueva creación y en el ámbito de los comunicadores lo que parecía una verdadera preocupación se convirtió en una burla que causó una reacción negativa inmediata por parte de los reporteros que tienen como asignación la cobertura informativa del Congreso local.

Parece que Ernestina Godoy metió en el olvido las agresiones al periodista Bolaños y los ataques a la jefa de Gobierno electa, y con un dejo burocrático imperdonable permitió que el PRD impusiera a Maldonado sin que para ella significara nada.

Al PRD, partido al que pertenece Valentín, le tocaba designar a un representante en la comisión, y ese alguien fue Maldonado. Para el PRD, o mejor dicho, para Mauricio Toledo, poner ahí a Maldonado era, a todas luces, la venganza en contra de quienes lo habían acusado de estar detrás de las agresiones, y de muchas otras supuestas irregularidades que se cometieron en Coyoacán.

El problema ya escala nuevas formas. Hay quienes preparan un escrito pidiendo una explicación al descuido o incapacidad de la señora Godoy para conducir al Congreso. Los tiempos se están terminando y parece que no hay posibilidades de componer este inconveniente, por decir lo menos, y que antes de mejorar cada día va empeorando. ¿Se habrá dado cuenta la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, de los problemas que se le están creando en el Congreso? ¡Cuidado con eso!

De pasadita

Otro caso que se debería analizar en Morena es el del alcalde Francisco Chíguil. Las acusaciones de la gente de Gustavo A Madero hará que ese triste episodio para la ciudad se convierta en escándalo internacional, y todo por la necedad de imponer a Chíguil en esa demarcación.

Ya es hora de que en Morena se den cuenta de que no todo va bien en la ciudad. Para empezar, tienen que recordar que la Ciudad de México ya no es aquel bastión impenetrable del que se habló por mucho tiempo. Si bien Andrés Manuel López Obrador ganó con holgura las elecciones, la votación fue menor a la de otros estado de la República, y eso debe preocuparles. Por eso es importante rectificar, antes que ratificar.