Managua. El independiente Centro Nicaragüense de Derechos Humanos informó que quedaron en libertad todos los detenidos el domingo, incluidos tres dirigentes políticos, la defensora de derechos humanos Haydeé Castillo y el maratonista Alex Vanegas.

En tanto, la principal coalición de estudiantes universitarios de Nicaragua acusó al sector privado de negarse a apoyar una huelga nacional y convocó a un paro de consumo de tres días, en una protesta por la detención de 39 manifestantes el pasado domingo, que ya fueron liberados.

En un tuit, la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ) apremió a la población a sumarse a la nueva protesta, que consiste en apagar las luces en viviendas y oficinas y no consumir productos que generen ganancias para el fisco.

Los universitarios han pedido sin éxito a los empresarios asumir acciones contundentes en apoyo a la protesta social, entre ellas una huelga nacional indefinida o al menos por 72 horas. Desde junio pasado sólo se han realizado tres paros.

Denuncia obispo “venta de conciencias

En un aparente mensaje al sector privado, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, expresó en su homilía dominical que “en Nicaragua hay gente que vende su conciencia y sus principios por dinero.

Se han puesto precio. Son cómplices de las desigualdades económicas, la injusticia social y la brutal represión. ¡No le pongamos precio a nuestra conciencia!, pidió el prelado, quien condenó la represión y las detenciones arbitrarias e instó al gobierno a dialogar para poner fin a la crisis.

El conflicto ha causado hasta ahora 200 muertos, según el gobierno, y 512 según diversas ONG, que contabilizan casi 4 mil heridos y 400 detenidos, varios de los cuales ya han sido acusados por delitos de terrorismo y crimen organizado.

Los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, socios del Mercado Común del Sur, repudiaron las detenciones, y Nicaragua calificó de irrespetuosas e injerencistas las declaraciones del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, quien expresó su profunda preocupación por la captura de más de 30 personas, entre ellas el costarricense de origen nicaragüense, Allan Cardero Ocón.