Las mujeres se dedican a lavar la ropa, a cuidar del hogar y los hijos; las niñas a jugar a ser madres, y los hombres sólo piensan en futbol, coches y peleas. Estos son algunos estereotipos que con frecuencia se difunden en la publicidad.

Las Reinas Chulas Cabaret y la asociación Derechos Humanos entregaron los antipremios a la publicidad que reproduce estereotipos de género, refuerza el racismo y clasismo.

Jacqueline L’ Hoist, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, dijo que atrás de cada anuncio de este tipo hay una víctima de discriminación a la cual, a diario y a cada rato, se le arranca la dignidad. El racismo y el clasismo, añadió, detonan estos mensajes que se convierten en aspiracionales. Las víctimas de discriminación también claman justicia.

Alexandra Haas Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), dijo que cuando pensamos en comunicación se nos critica porque nos fijamos en lo políticamente correcto, porque esperamos a ver quién comete un error, quién dice algo malo; no hay que banalizar la comunicación, el poder que tiene de normalizar los prejuicios y los estereotipos, pues éstos se convierten en prácticas y éstas en desigualdad.

En el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, uno de los comerciales más abucheados fue de la marca de lencería Vicky Form en el que se expone una pantimedia que estimula a la mujer para que pueda compartir las sensaciones que un hombre siente cuando mira futbol.

Las organizadoras señalaron que las mujeres son el objeto favorito de los publicistas, y en los comerciales sin más justificación son exhibidas varias veces de manera sexual. El Conapred entregó por segundo año consecutivo el premio I Have a Dream, en reconocimiento a las empresas y agencias que realizaron la mejor publicidad incluyente en 2018. Esta vez fue a un comercial de Cloralex.