Tras el desalojo de integrantes de la comunidad otomí de un inmueble en la colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc, que generó un enfrentamiento con elementos del Agrupamiento de Granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la Ciudad de México, organizaciones civiles documentaron lo ocurrido y deslindaron a los indígenas de los actos de violencia, que dejaron saldo de 20 lesionados.

De acuerdo con testimonios, quien protagonizó los ataques fue un grupo de choque –de alrededor de 60 personas– que llegó al lugar poco antes que los granaderos y empezó a atacar a la comunidad otomí e incluso roció clarasol con la intención de prenderle fuego.

La intervención de las asociaciones fue motivada porque tras el desalojo, el mayor número de personas golpeadas y agredidas fueron mujeres, adultos mayores y niños que habitaban los refugios que improvisaron, luego de las afectaciones que tuvo el predio de la calle Roma número 18, tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.

El inmueble, el cual ayer informó la autoridad fue recuperado, está catalogado de alto riesgo debido a los daños estructurales que presentó durante el terremoto.

Hasta el momento no se tiene claridad de por qué había tantas mujeres y pequeños lastimados; además, las versiones son contrarias a las que ofreció la autoridad, porque los otomíes señalan que no se les mostró en ningún momento la orden de desalojo.

Los niños y las mujeres salieron corriendo cuando empezó el zafarrancho y sin considerar su vulnerabilidad se fueron contra ellos; los golpearon sin distinción.

Por otra parte, la Universidad Iberoamericana también repudió el desalojo violento que realizaron elementos de la SSP en contra de la comunidad otomí que habitaba alrededor de un predio ubicado en la calle Roma, colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc.