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Activista de Pussy Riot se recupera en un hospital de Alemania; médicos no descartan un posible envenenamiento
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de septiembre de 2018, p. 39

Moscú. La vida del activista Piotr Verzilov, quien desde el sábado anterior recibe tratamiento médico en Alemania, no corre peligro, pero seguirá internado en la prestigiada clínica Charité, de Berlín, hasta que deje de tener alucinaciones y se restablezca por completo, sin que hasta ahora se pueda determinar la causa del repentino agravamiento del estado de salud de este hombre de 30 años, cuando en Moscú empezó a perder la vista, así como la capacidad de hablar y de moverse.

En opinión del doctor Kai-Uwe Eckardt, coordinador del equipo de médicos que atienden al miembro del grupo punk Pussy Riot y editor de Mediazona, portal de noticias en Internet sobre el sistema penintenciario en Rusia, es muy probable que haya sido envenenado, aunque pasada casi una semana desde que comenzó a sentirse mal no hay rastro en la sangre de sustancia tóxica alguna.

Según Karl Max Eihäpul, director de la clínica, no hay otra explicación posible para el desarrollo tan rápido de los síntomas que presentó Verzilov. Los médicos alemanes destacaron que sus colegas rusos –apenas llegó Versilov en ambulancia– hicieron un lavado gástrico y le practicaron una diálisis, lo cual pudo haber sido decisivo para salvarle la vida.

El cuadro con que llegó Verzilov a Berlín –en vuelo privado pagado por Jaka Bizilj, fundador de Cinema for Peace (Cine para la Paz), amigo de su familia– sugiere que el activista, de acuerdo con Eckardt, recibió una dosis muy alta de una sustancia tóxica.

De su lado, Eihäpul añadió: Tenemos que partir de que hubo un suministro exógeno de un veneno que no hemos podido identificar y tal vez no podamos hacerlo nunca. Por tanto, no podemos decir de qué manera la tóxina entró al cuerpo de Verzilov ni tampoco nos corresponde responder a esa pregunta.

Los familiares de Verzilov, quien también tiene la ciudadanía de Canadá, coindiden con la hipótesis del envenenamiento y están convencidos de que se trató de una advertencia o incluso de un intento de asesinato.

Los médicos rusos incialmente también creyeron ver en el caso de Verzilov síntomas de un eventual envenenamiento, incluso por ingesta de medicamentos anticolinérgicos por equivocación, pero después apuntaron la posibilidad de que haya sufrido un conato de ictus, por insuficiencia vascular en la región de las cervicales.

Sin embargo, las alucinaciones que dice tener Verzilov –como por ejemplo ver encarcelado a Igor Sechin, el máximo dirigente de la petrolera Rosneft y miembro del primer círculo del presidente Vladimir Putin– hace pensar que el conato de ictus no pudo haber sido la causa de su enfermedad.

A la vez, si esas alucinaciones son inventadas, no debe descartarse que el entorno de Verzilov y él mismo traten de darle una connotación política a una dolencia provocada, como señalaron los médicos rusos, por insuficiencia vascular que estuvo a punto de convertirse en infarto cerebral.

Sólo Verzilov –uno de los cuatro miembros de Pussy Riot que vestidos de policía irrumpieron en la cancha durante la final del Mundial de Futbol en el estadio Luzhniky de Moscú– conoce la verdad.