Managua. La grave crisis política que afecta a Nicaragua provocó una fuga masiva de divisas por más de mil millones de dólares en menos de cinco meses, aseguró el economista independiente Néstor Avendaño.

En entrevista con el programa Esta noche, del canal 12 de televisión privada, indicó que del 12 de abril al 29 de agosto fueron retirados ahorros de distintos bancos privados por un total de mil 54 millones de dólares, suma equivalente a 18 por ciento del total de depósitos del sistema financiero nicaragüense.

Avendaño, director de la organización no gubernamental Consultores para el Desarrollo Empresarial, manifesó que ese fenómeno está directamente asociado con el conflicto político que asuela al país. Desde julio pasado, cuando se produjo la mayor ofensiva armada del gobierno contra los manifestantes atrincherados en Managua y otras ciudades, los bancos registraron retiros diarios de 11 millones de dólares.

El experto afirmó que si bien semanas después la situación parecía normalizarse, un anuncio del banco central sobre una próxima modificación de la tasa de cambio provocó la fuga de 22 millones de dólares de los bancos en 24 horas.

Avendaño expresó que la banca privada de Nicaragua, segundo país más pobre de Latinoamérica, no tiene liquidez para afrontar una fuga acelerada de divisas, lo que obligará al banco central a recurrir a las reservas internacionales, calculadas en 2 mil 445 millones de dólares, para enfrentar la falta de divisas.

El economista advirtió que restando el pago de deuda y otros compromisos, las reservas netas quedarían en sólo 600 millones de dólares, que apenas alcanzan para tres meses, ya que el banco central vende un promedio de siete millones de dólares diarios a la banca privada. Esto obligará al gobierno a poner un freno a la venta de divisas a partir de noviembre y proceder a la venta de deuda pública a los banqueros mediante bonos financieros.

El conflicto entre el presidente Daniel Ortega y la oposición, iniciado por una fallida reforma al sistema de salud que provocó movilizaciones y la represión de éstas que dejaron unos 400 muertos y 3 mil heridos, mantiene paralizada la economía en sectores clave, como turismo, bienes raíces y construcción, con la pérdida de más de 300 mil empleos y la caída de la recaudación de impuestos.

En tanto, periodistas nicaragüenses denunciaron en un comunicado este sábado nuevos ataques del gobierno contra las libertades de prensa, en un intento por acallar a los medios de comunicación privados.

Durante un foro sobre libertad de expresión, reporteros denunciaron también las pretensión de Ortega de monopolizar los medios televisivos del país al buscar el control de los canales privados 10 y 12 bajo presiones políticas y financieras. De acuerdo con ellos, tras la decisión tomada en abril por los dueños del Canal 10 de informar sobre los hechos que sacudían al país, el Ejecutivo quiso primero doblegar a los periodistas mediante campañas sucias y luego intentó hacerse del control del noticiario Acción 10 presionando a la administración de esa televisora.

La dictadura quiere imponer un reino del silencio, en donde sólo se escuche la voz del régimen y su versión disparatada sobre los hechos, en particular los acontecimientos de los pasados cinco meses, señalaron los periodistas, quienes condenaron además los ataques, las campañas de difamación, el hostigamiento y las amenazas de muerte contra más de una veintena de comunicadores de todo el país.