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Regresa 50 años después

Encienden flama del Maratón CDMX en CU
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▲ Momentos de gran emoción vivió Enriqueta Basilio al prender por tercera vez el pebetero olímpico, como hace 50 años, cuando fue la primera mujer con tal distinción.Foto Notimex
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de agosto de 2018, p. a15

Cincuenta años son poquitos y me faltan otros más, afirma Enriqueta Basilio tras encender por tercera vez el pebetero olímpico, aunque en esta ocasión no saludó a los cuatro puntos cardinales como hace medio siglo al ser la primera mujer en lograr tal distinción, porque ahora su salud no se lo permitió.

Queta tampoco pudo subir las escaleras y apoyada del brazo de Oliver, su hijo, se levantó de la silla de ruedas para recibir la antorcha que le entregaron Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte Ciudad de México, y el campeón olímpico en Los Ángeles 1984, el ex marchista Ernesto Canto.

Momentos de emoción para la bajacaliforniana de 70 años, quien complacía a todos y no dejó que nadie se fuera del estadio Olímpico México 68 sin dar o recibir abrazos, un beso, una sonrisa y hasta la selfie.

La mexicalense hace un enorme esfuerzo para darse a entender y que sus palabras fluyan. Está más delgada y sus pasos son lentos. No pierde el brillo de sus ojos y le preocupa que los niños y jóvenes estén llenitos, en un país campeón mundial en obesidad.

Le encantaría que los jóvenes se incorporaran al deporte y que conocieran más el significado del le-gado de los Juegos Olímpicos de México que se realizaron hace 50 años en un momento político y difícil para el país.

Evocar esa época hace pensar a Queta que ella tenía otra misión, pues si bien su visión era ganar una medalla olímpica, ésta se le negó y cumplió con la encomienda de portar la llama sagrada del Olimpo como la primera mujer en prender el pebetero.

La ex velocista se congratuló por el nombramiento de Ana Guevara al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte y lanzó un exhorto a la comunidad en “darle el apoyo que se requiere.

Tenemos que apoyar a Ana porque ella puede levantar mucho el deporte para que salgan adelante nuestros jóvenes que vienen, comenta Queta, quien alguna vez, hace muchos años, fue mencionada para dirigir a la Conade.

Tenemos que ayudar todos (a México) con un poquito de amor, sensibilidad, humildad, valores, igualdad y justicia, afirma.

La flama, procedente de Maratón, Grecia, fue transportada por 126 relevistas entre los que figuraban medallistas olímpicos, mundiales y seleccionados en ambas justas de diferentes ediciones, como Daniel Aceves, Dionicio Cerón, Isidro Rico, Pablo Garrido y Germán Silva, doble ganador del maratón de Nueva York, quien comenzó el recorrido en la Plaza de la Constitución cuando el reloj de la Catedral marcaba las ocho de la mañana.

Los 125 kilómetros de recorrido de la flama por las principales avenidas de la capital pasó prácticamente inadvertido y cuando arribó a un semivacío estadio Olímpico de Ciudad Universitaria pocos aplausos se escucharon entre las familias que apoyaron a niños y jóvenes con carreras recreativas en la desangelada ceremonia que dio pauta a la edición 36 del maratón capitalino que se celebra hoy y forma parte de los festejos del 50 aniversario de la justa de México 1968.