Sociedad y Justicia
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Papa Francisco integra al catecismo rechazo a la pena de muerte
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de agosto de 2018, p. 37

El papa Francisco dio un paso histórico al modificar el catecismo de la Iglesia católica para declarar inadmisible la pena de muerte e incluir un compromiso a luchar contra ella en todo el mundo.

La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo, indicó en una audiencia concedida al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Con este cambio al artículo 2.267 del catecismo, el libro que contiene la explicación de la doctrina de la Iglesia católica, esta religión elimina la legitimación de la pena de muerte.

Hasta 1992 el catecismo no excluía la pena capital en ca-sos extremos.

En el nuevo texto, se explica que durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común.

Sin embargo, “hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves.

Además se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente, subraya.

El texto oficial entrará en vigor tras la publicación por el L'Osservatore Romano y en las Acta Apostolicae Sedis.

La modificación será explicada miediante una carta a todos los obispos escrita por el cardenal español Luis F. Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Con esta decisión del Papa todos los católicos nos convertirnos en constructores de un mundo sin pena de muerte, declaró satisfecha la comunidad católica de San Egidio, entre los promotores de la campaña mundial contra la abolición de la pena capital.

La decisión del papa argentino llega tras décadas de batalla de varios pontífices contra dicha sentencia, comenzando por Pablo VI a mediados del siglo XX.

El papa Juan Pablo II la consideraba una ofensa a la vida e hizo un fuerte llamado en favor de su abolición en Estados Unidos en 1999, país donde aún es vigente, tras tildarla de cruel e inútil.

Por motu proprio Juan Pablo II, decidió suprimir la condena a muerte de forma definitiva como ley vaticana en febrero de 2001.

Fiel a esa línea, el papa Francisco pidió a inicios de 2016 a los gobernantes de los países que aún la aplican a suspenderla durante ese año por respeto al Jubileo Santo de la Misericordia.

La mayoría de los países católicos han abolido o suspendido las ejecuciones y en muchas ocasiones el Vaticano y el papa han intercedido para que Estados Unidos no las realice.

Francisco en varios discursos e intervenciones públicas, como en el histórico discurso en el Congreso de Estados Unidos en septiembre de 2015, ha abogado por la abolición de la pena de muerte.

Según Amnistía Internacional, en 2017 se registraron 993 ejecuciones en 23 países.