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El cine extremo es el que se hace por voluntad, no por dinero

El realizador Fabrizio Prada insta a apoyar el talento veracruzano

 
Periódico La Jornada
Martes 31 de julio de 2018, p. 7

El cine extremo no es un nuevo género en el séptimo arte. Es aquel, según el inventor de ese término, que se hace en condiciones extremas de producción: sin dinero.

Fabrizio Prada es quien definió así las películas que son las que se hacen más por voluntad que por recursos. Las que honran el trabajo voluntario, el que se ha ido perdiendo en las recientes generaciones de cineastas que desprecian esa forma de construir algo en equipo.

Prada debutó con un largometraje extremo: Tiempo real, que tiene el récord Guinness por haber sido la cinta más larga realizada en una sola toma, de 86 minutos.

Festival único de su tipo

Es impulsor del cine desde su terruño, Xalapa, Veracruz. Disemina su amor produciendo, promoviendo y sentando bases para los que vienen atrás. Tiene filmes como Chiles xalapeños, Escrito con sangre, El sacristán y El ocaso del cazador, producciones que se hicieron con sudor y amor al celuloide, no por eso de menor calidad.

También realiza, desde 2012, el Festival Mundial de Cine Extremo, único en su tipo, que en esta ocasión se efectuará del 8 al 12 de octubre en el puerto de Veracruz, donde alrededor de cinco universidades ofrecen sus instalaciones y foros con sus pantallas para exhibir las cintas que llegan de diferentes partes del mundo.

Este año ya recibió 107 películas de ficción y documental, y alrededor de 600 cortometrajes de ficción, documental y animación, de los cuales se proyectarán unos 20 largos y 30 cortos.

Desde su primera convocatoria el festival ha reunido y proyectado películas de los cinco continentes. Ha rendido homenaje a los actores Hugo Stiglitz y Pilar Pellicer, así como a los directores Gabriel Retes, Marcel Sisniega y Eliseo Subiela.

El realizador aprovecha el anuncio de su encuentro para llamar la atención sobre las nuevas autoridades de la entidad.

El gobierno debe asumir la responsabilidad de desarrollar la cinematografía veracruzana. Impulsar la filmación hecha por talento local y que cuente sus historias.

Admite que han habido esfuerzos, sobre todo para apoyar la realización de cortometrajes. Sin embargo, no se puede cimentar la cinematografía de una región sólo en ese formato. Veracruz es más que una colección de lugares bellos para filmar, insiste.

Es más que la mano de obra en áreas técnicas de una producción cinematográfica... Con el presupuesto de una campaña publicitaria para atraer al turismo a Veracruz se podrían realizar al año por lo menos cinco películas con una producción muy digna, teniendo como escenarios cualquiera de los diversos paisajes, sostuvo.

El cineasta, egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, asegura que al crear un cine veracruzano, además de los realizadores, se verán integrados los egresados de otras carreras artísticas, como teatro, pintura, danza, fotografía...

Propone que se cree un fondo o instituto para el desarrollo del cine veracruzano, para poder realizar cinco largometrajes en los géneros de ficción y documental, y 20 cortometrajes de ficción, documental, animación y experimental, anuales, con distintos directores de trayectoria y debutantes.

Al tener diversas películas jarochas, la presencia de Veracruz en el mundo se incrementaría con mayor impacto que un anuncio publicitario: las campañas de este tipo son efímeras; las películas son eternas. Esto lo hemos demostrado con las pocas cintas que hemos logrado hacer con esfuerzos independientes y sin contar con apoyos económicos sustanciales para su producción y distribución. Entre más filmes veracruzanos haya, más probabilidades habrá de traer premios a la entidad, así como de tener espacios en los festivales y mercados cinematográficos del mundo, además de dejar un acervo cultural para las siguientes generaciones, concluyó Fabrizio Prada.