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Negocios y Empresas

Licitaciones de medicamentos

P

ara bajar costos y dar transparencia al proceso de adquisición de medicamentos e insumos médicos en el sector público, el IMSS realiza un esquema de subastas para la compra consolidada, la cual asciende a miles de millones de pesos.

A lo largo de años recientes se han sumado a este proceso otros organismos, entre los que destacan el Issste, el Seguro Popular y los gobiernos de los estados. Los resultados han sido aceptables y, en algunos casos, muy buenos, ya que el gobierno se ahorra mucho dinero y los usuarios de los servicios cuentan con un abasto más adecuado, aunque todavía hay mucho que hacer al respecto.

Donde ha fallado el esquema es en el sistema de pago, ya que mientras algunas instituciones cumplen con sus compromisos hay otras que se atrasan, utilizan mal los recursos públicos o de plano se los roban.

El caso más grave en el uso inadecuado de los recursos es el del Issste, dirigido por Florentino Castro López, quien tiene adeudos por cerca de mil 500 millones de pesos. Tal parece que Florentino Castro se la juega a que termine el sexenio y sea el próximo director de la institución quien enfrente el problema. Sin embargo, en caso de que pierda el PRI las próximas elecciones, lo cual es muy probable, Castro López puede pagar caro el incumplimiento de sus funciones.

El caso del Issste no es el único. Hay gobernadores, como Alfredo del Mazo, del estado de México, que también tienen deudas atrasadas multimillonarias, que deberán atender en los meses próximos.

Pero lo más grave para el país es que la falta oportuna de pago de las instituciones gubernamentales incrementa los costos del sector salud y reduce la posibilidad de que los pacientes cuenten con medicamentos adecuados en tiempo y forma.

Por ello, una de las políticas que se tiene que incorporar a la legislación correspondiente durante el próximo sexenio es el del pago directo del gobierno federal a los proveedores de medicamentos, en lugar de triangularlo mediante las instituciones de salud, ya que muchas de ellas lo utiliza en otros menesteres, lo que va en contra de la transparencia en el uso de los recursos públicos, del espíritu de las licitaciones y de la salud de los mexicanos.