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Nueva terapia congela células cancerosas; evita que se expandan por el cuerpo

Probada en tumores de seno, será útil en los de próstata y colon

 
Periódico La Jornada
Martes 26 de junio de 2018, p. 9

Washington y Ciudad de México

Oncólogos estadunidenses y chinos propusieron una terapia potencial para congelar las células cancerosas donde se encuentren antes de matarlas.

Un estudio publicado este lunes en la revista Nature Communications reveló este enfoque novedoso que podría detener el movimiento de las células cancerosas antes de que se propaguen por el cuerpo.

Raymond Bergan, profesor de medicina de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, explicó que la mayoría de las terapias contra el cáncer son dirigidas a matar las células afectadas, pero no se había desarrollado un tratamiento que pudiera detener su movimiento en el cuerpo.

El estudio expuso el trabajo de un equipo multidisciplinario con KBU2046, compuesto que inhibe la motilidad celular en cuatro distintos modelos de células humanas de cáncer sólido: de seno, próstata, colon y pulmón.

El movimiento es la clave: la diferencia es de blanco y negro, día y noche. Si las células cancerosas se propagan por el cuerpo, te matan. Podemos tratar esto, pero te matará, señaló Bergan.

Químicos encabezados por Karl Scheidt, profesor de química de la Universidad del Noroeste, diseñaron y crearon nuevas moléculas y el equipo de Bergan evaluó su capacidad para inhibir la motilidad celular.

Con el uso de enfoques de síntesis química, Scheidt y el equipo tuvieron acceso a nuevos complejos que minimizaron la motilidad en las células tumorales, con pocos efectos secundarios y muy baja toxicidad.

Empezamos con un químico que detuvo el movimiento de las células, luego lo refinamos cada vez más hasta que logró el trabajo perfecto de detener las células sin efectos secundarios, sostuvo Bergan.

Agregó que la clave para este fármaco fue entrar en contacto con las proteínas de choque térmico o limpiadoras de las células. La forma en la que funciona es que se une a esas proteínas de limpieza para detener el movimiento celular, pero no tiene otros efectos en ellas.

El grupo de investigadores incluye al equipo de Bergan de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, un químico de la Universidad del Noroeste y especialistas de las universidades de Xiamen, en China; la de Chicago y la de Washington.

Nuestro objetivo final es poder decir a una mujer con cáncer de seno: aquí tienes, tómate esta píldora y tu mal no se propagará por todo el cuerpo. Lo mismo para los pacientes con tumores de próstata, pulmón y colon, señaló Bergan.

Panorama en México

En México sólo 20 por ciento de las mujeres en edad de someterse a una mastografía se hace este estudio con regularidad.

Para que un programa de detección de cáncer de mama arroje resultados positivos, al menos 75 por ciento de la población femenina debe responder, ya sea por invitación o porque es consciente de que debe hacerse esa prueba cada dos años.

María Ester Brandan, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recordó que el cáncer de mamá es el más frecuente en el mundo y en el país constituye la primera causa de muerte en mujeres: 5 mil 500 decesos por año, 15 al día y poco más de uno cada dos horas.

La mastografía es la única técnica validada para reducir la mortalidad por ese cáncer. Los resultados de décadas de investigación muestran que las mujeres que se someten con regularidad a este proceso tienen más probabilidades de detectar la enfermedad de manera temprana, requieren en menor medida de un tratamiento agresivo y sus posibilidades de cura son mayores.

La especialista subrayó que la también llamada mamografía posee un valor indiscutible como método diagnóstico, pues contribuye a la detección de lesiones subclínicas (aquellas que no son palpables).

En México la mortalidad por ese mal sigue constante o en aumento, consideró.

Señaló que de acuerdo con los resultados del censo de mastógrafos realizado por el Instituto Nacional de Cancerología en 2017, sería el momento de establecer un programa de tamizaje que permita la detección temprana a población que aún no tiene síntomas, como ocurre en países desarrollados.