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Advierten riesgos por el tipo de cambio

Piden mano firme al BdeM para contener la inflación
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de junio de 2018, p. 20

La presión inflacionaria causada en parte por la sostenida depreciación del peso en semanas recientes se convirtió en un riesgo de incremento de tasas de interés este mismo mes, una eventualidad que además de encarecer el costo del financiamiento tiene impacto en el crecimiento económico.

La persistente volatilidad financiera puede ocasionar que la depreciación del peso sea permanente, generando con ello presiones inflacionarias. Ante ello, al Banco de México no debería temblarle la mano para activar la artillería monetaria a fin de desactivar una nueva espiral inflacionaria, aseguró Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, una firma independiente a la calificadora de inversiones Moody’s Investor Services.

La proximidad de las elecciones, las nuevas amenazas a las relaciones comerciales de México con Estados Unidos, y la inminente continuación de la normalización monetaria estadunidense –que se ha expresado en alza en tasas de interés en aquel país– han golpeado al peso de manera significativa en las pasadas semanas, dijo.

El peso se acerca a las 21 unidades por dólar, como ocurrió esta semana, y podría pronto rebasar la marca para continuar su paso hacia los 22 pesos por dólar en los próximos días, previó. Las presiones en el mercado cambiario continuarán a lo largo de junio, dada la mayor intensidad de las campañas antes de la elección del primero de julio.

La depreciación cambiaria se verá reflejada en presiones inflacionarias que darían por terminada la tendencia decreciente mostrada a lo largo del año. La segunda mitad del año no se alcanza a ver con mejoría inflacionaria, ya que representa el periodo de salida de la actual administración y con ello se viene la tradicional cascada de ajustes de precios antes de la llegada del nuevo gobierno. Si a esto se agrega un triunfo electoral del candidato de izquierda que despierte incertidumbre en los mercados, entonces la volatilidad financiera podría agravarse y permanecer por el resto del año, consideró Coutiño.

A fin de evitar una espiral inflacionaria de fin de sexenio, el banco central debería intervenir anticipadamente mediante el uso efectivo de la política monetaria –con alza en la tasa de interés de referencia– más allá de las intervenciones directas en el mercado de cambios.

La próxima reunión de política monetaria del Banco de México será el 21 de junio y, en ella, lo más recomendable sería un alza de medio punto porcentual para mandar un mensaje contundente a los mercados, añadió Coutiño.