El equipo de campaña de Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, dio a conocer el manual Naturamlo, un decálogo sobre la política ambiental que impulsarían, de ganar las elecciones, y en el que se reconoce que la introducción del maíz genéticamente modificado pone en peligro la riqueza cultural de México.

Frente a ello, se propone imponer una protección efectiva de los maíces nativos, impidiendo la siembra e introducción de especies genéticamente modificadas.

Además, plantea actualizar la legislación de aguas, al retomar que la organización civil Carto Crítica encontró que durante 2014, 417 mineras fueron concesionadas con un volumen de 436 millones de metros cúbicos anuales. Cantidad suficiente para abastecer a toda la población de Baja California Sur, Colima, Campeche y Nayarit, durante un año.

Resalta que habría un marco normativo sólido para garantizar los derechos humanos relacionados con el agua y que estarían en la vanguardia en la vigilancia y el control de la contaminación del líquido para eliminar la corrupción y asegurar su abasto, a partir de una serie de modificaciones normativas.

También se inclina por las ciudades sustentables, al manifestar que el actual proceso de urbanización genera mayor demanda de recursos naturales y energía, lo que provoca contaminación y fragmentación de ecosistemas.

En otro tema, destaca el compromiso de que el gobierno protegería a las comunidades afectadas por acciones que vulneren su territorios, y que sus defensores nunca serían hostigados ni perseguidos por el Estado.

Lo anterior, al señalar que en los conflictos socioambientales “el gobierno ha promovido la impunidad. De acuerdo con una investigación de Centro Mexicano de Derecho Ambiental, pues de 2010 a 2017 se produjeron en México 391 casos de ataques –incluyendo asesinatos– en contra de defensores ambientales”.