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Se menciona a la Academia de Vitterness para otorgar el Premio Nobel de Literatura

Evalúan disolver la Academia Sueca; juristas discrepan sobre esa acción
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de junio de 2018, p. 9

La crisis en la Academia Sueca ha motivado que varios juristas analicen disolverla.

En una consulta efectuada por el periódico Dagens Nyheter a seis expertos en varios temas legales, éstos respondieron a las siguientes preguntas:

¿La Academia Sueca, con 10 integrantes activos, puede elegir nuevos colegiados?

¿El rey Carlos XVI Gustavo tiene la facultad de disolver y reconstruir esta institución?

¿La Fundación Nobel puede privar a la academia del Premio Nobel de Literatura?

Según el diario sueco, las opiniones de los especialistas se dividen en estos temas. Es posible, aunque complicado, que el rey reconstruya la organización con sede en Estocolmo. Se mencionó a la Academia Vitterness como una posible sustituta en la tarea de otorgar el máximo galardón de las letras mundiales.

Varios de los consultados sostienen que sería un proceso complejo privar a la institución del Premio Nobel de Literatura y concuerdan en la imposibilidad estatutaria de seleccionar nuevos integrantes con menos de dos tercios de sus sillas ocupadas (12).

La Academia Sueca inició su receso de verano el pasado jueves; sin embargo, tiene capacidad para convocar reuniones extraordinarias antes de otoño, para abordar los asuntos pendientes de resolver.

Por ejemplo Martin Sunnqvist, doctor en historia del derecho, explicó que 11 integrantes son insuficientes para decidir sobre nuevos colegiados; sin embargo, el monarca puede hacer excepciones en la circunstancia actual.

Además, al rechazar una propuesta podría disolver indirectamente la Academia.

También es factible establecer una nueva academia, por ejemplo, como fundación o parte de la Corte. Una reconstrucción podría ser posible de manera similar a la adición de los estatutos para permitir la renuncia.

Anne Ramberg, secretaria de la sociedad legal de Suecia, aseveró que se puede disolver y reconstruir la Academia desde un punto de vista legal, no del todo obvio.

Por su parte, Claes Sandgren, profesor emérito en derecho civil, destacó que es “poco claro que el rey tenga la facultad de disolverla, cómo lo haría y se preguntó quiénes tendrían legitimidad para ocupar las nuevas sillas de la Academia.

Dijo, además, que por más de 100 años, estipulado en el testamento de Alfred Nobel, la Academia Sueca ha seleccionado al ganador del galardón literario. La interpretación de la voluntad de Nobel no se puede cambiar debido a la crisis de la Academia.

En ese punto, Thomas Kaiserfeld, profesor de historia de las ideas, sostuvo que cualquier decisión “debe respetar el testamento de Nobel, que establece a la ‘Academia de Estocolmo’, lo cual ya era debatido: uno podría imaginar que, entre otras, la Academia Vitterness podría ser relevante”.

Incertidumbre por saber quién tiene facultades para disolverla

Una posición diferente es la de Nils Gustafsson, doctor en ciencias políticas. Explicó que el testamento no muestra exactamente qué academia en Estocolmo tiene la prerrogativa de otorgar el premio de literatura. Primero, sin embargo, los estatutos de la Fundación Nobel deben cambiarse. En ese caso, lo hará el Kammarkollegiet (autoridad administrativa que tiene competencia en finanzas, derecho ambiental y de registro de entidades como fundaciones y asociaciones religiosas).

En torno a la reorganización del cuerpo colegiado fundado en 1786, afirmó que es el gobierno y el parlamento los que tienen derecho de la normalidad sobre la Academia Sueca y no el rey, por lo que también puede decirse aquí. Pero existe gran incertidumbre sobre qué tipo de organización es realmente y, por lo tanto, quién tiene derecho a disolverla.

La opinión externada por Daniel Bergström, del Tribunal de Distrito de Uppsala, es que para hacer posible la elección de nuevos colegiados, los estatutos de la Academia Sueca pueden ser modificados por el rey.

Respecto de otra de las preguntas, dijo que Carlos XVI Gustavo sí puede disolver ese cuerpo colegiado.

Mi punto de vista es que es el rey quien tiene los estatutos de la Academia y, por tanto, también puede disolver ese organismo. Si no es el rey quien puede hacerlo, es la Academia misma o el gobierno.