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México en las letras de Dylan
 
Periódico La Jornada
Jueves 24 de mayo de 2018, p. 4

El sol de Acapulco, un romance en Durango o la lluvia en Juárez han aparecido en las letras de Bob Dylan. México ha sido una referencia en varias canciones del trovador que emergió en días de euforia juvenil de libertad y protesta.

En Goin’ to Acapulco busca a Rosie Marie en un sueño de fuga para pasar un buen rato, si las nubes no caen y el tren no se detiene, está obligado a conocer el sol. La pieza es parte de la banda sonora de la cinta con guiños biográficos I’m not there, 2007.

La literatura beat es una de sus influencias; en 1965 dijo en entrevista que su canción Desolation Row ocurre en algún lugar de México y hace referencia al título del libro de Jack Kerouac, aficionado a recorrer el camino que cruza tierras aztecas. Menciona que el pecado es la falta de vida.

En 1972 el músico recibió la invitación para componer la banda sonora del western Pat Garrett and Billy the Kid. Hizo su debut actoral con Alias, enigmático miembro de la banda del villano. Al lado de su guitarra pasó días en el desierto mexicano durante la filmación en el estado de Durango, escribió la famosa Knockin’ on Heaven’s Door y grabó los cimientos del disco homónimo del filme.

Un Romance en Durango también resultó de esa visita, como lamento ranchero pide: No llores, mi querida, Dios nos vigila. Pronto el caballo nos sacará de Durango. Agárrame, mi vida, pronto dejaremos el desierto. Se dice que la dedicó al director Sam Peckinpah.

En Just like Tom Thumb’s Blues, menciona el perderse en la lluvia de Juárez, en días de Pascua, cuando falla la fuerza de gravedad y la negatividad no te deja levantar. Considerada obra maestra es parte del álbum Higway 61 revisited, 1965. Malcolm Lowry, Edgar Allan Poe y Arthur Rimbaud son referencias literarias en esta pesadilla en medio de la desesperación y enfermedad, pero que promete algo de esperanza al llegar a Nueva York.

Es el adiós, mi único amor, canta al anunciar que se va a primera hora, salgo para esa bahía en México o quizá a la costa de California, dice en Farewell, que grabó por primera vez en 1963. Una promesa por volver, se podría decir hace alusión el cantante, quien vino a México en 2012 con su gira interminable para ofrecer un concierto en la capital del país.

Cuando fue reconocido con el Nobel de Literatura en 2016, en el mensaje escrito que envió a la Academia Sueca para la aceptación de su diploma, con la madrina del punk Patti Smith como representante, explicó que sus canciones son el centro vital de casi todo. En su ir y venir le canta a la tierra del sur de la frontera de Estados Unidos.