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La Habana revive a su Capitolio

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El emblemátido edificio será de nueva cuenta sede parlamentariaFoto Marco Peláez
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n 1959, tras la llegada al poder de Fidel Castro, se cerraron las puertas del Capitolio Nacional de Cuba tildado de ser el símbolo de la politiquería republicana; sin embargo, ahora reabre después de ser rehabilitado para convertirse de nuevo en sede legislativa.

Sin uso parlamentario y escaso mantenimiento, durante décadas vivió un continuo deterioro. El proyecto consiste en que el Capitolio sea de nuevo la sede parlamentaria, y mudar allí las reuniones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En la etapa revolucionaria, fue sede de la Academia de Ciencias de Cuba y del Ministerio de Medio Ambiente. Su escalinata exterior es una parada obligada para turistas y cubanos que se toman una fotografía como recuerdo de su visita a La Habana.

El edificio no es que se estuviese cayendo, pero había sistemas obsoletos, como el hidráulico o el eléctrico que todavía tenían cableado de 1929 con los forros de tela originales, detalla Mariela Mulet, jefa del grupo de inversionistas Prado, perteneciente a la Oficina del Historiador de La Habana que rehabilitó el edificio.

Los trabajos comenzaron en 2012 y emplearon al mismo tiempo a 500 obreros junto con estudiantes de escuelas de arte y oficios, que se ocuparon de trabajos más técnicos, como recuperar la pintura original de los frescos de las paredes.

La restauración es uno de los proyectos estrella de la Oficina del Historiador de La Habana, aunque el gobierno no ha dado cifras del costo del proyecto. Todo el financiamiento ha salido del presupuesto del Estado, explica Mulet.

Diseñado por los arquitectos cubanos Raúl Otero y Eugenio Rayneri Piedra, el edificio cuenta con 60 tipos diferentes de mármoles y un imponente Gran Salón de los Pasos Perdidos, de 120 metros de largo, con la escultura de una mujer que representa a La República, obra del artista italiano Angelo Zanelli.

Dpa