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La Iglesia pone plazo hasta el mediodía de hoy para que el gobierno se sume al diálogo

Caravana contra Ortega llega a Masaya, cuna del sandinismo

Enfrentamientos en la ciudad dejan saldo de un muerto y 150 heridos en los últimos días

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Miles de nicaragüenses llegaron ayer a la ciudad de Masaya para solidarizarse con la población que recientemente fue blanco de violentos enfrentamientos, incendios y saqueos que dejaron un muerto y al menos 150 heridos. Los manifestantes llevaron como consigna no provocar ni dejarse provocarFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 14 de mayo de 2018, p. 25

Masaya.

Al grito de ¡Patria libre o muerte! miles de nicaragüenses marcharon hasta la combativa ciudad de Masaya, cuna del sandinismo y cuya población fue blanco de violentos enfrentamientos, incendios y saqueos que dejaron al menos un muerto y 150 heridos, en días recientes.

El ejército de Nicaragua llamó a la reflexión y se dijo convencido del Diálogo Nacional sugerido por el gobierno y que mediará el Episcopado como única ruta para evitar las afectaciones irreversibles a nuestro pueblo, nuestra economía, al desarrollo nacional y a nuestra seguridad.

En un comunicado, los militares respaldaron los esfuerzos que realiza el gobierno de Nicaragua y la labor de mediación del cardenal Leopoldo Brenes para solucionar la crisis, un día después de que el vocero castrense, coronel Manuel Guevara, declaró: no tenemos por qué reprimir a la población.

La marcha salió en caravana de Managua y ciudades aledañas hasta Masaya, un pueblo de 170 mil habitantes, la mayoría artesanos y agricultores, ubicado unos 25 kilómetros al sur de la capital, donde este sábado la población resistió con piedras, morteros caseros y hondas la embestida de la policía, que ya se replegó a sus cuarteles.

La caravana sumó en su camino a miles de manifestantes antigubernamentales que se adhirieron a la exigencia de justicia por más de medio centenar de muertos en las protestas de universitarios que estallaron el 17 de abril.

Lo que ha pasado en Masaya fue una salvajada del gobierno. Después de lo que hizo Ortega debe irse. Hay que buscar la manera de que se vaya, esa es la lucha de ahora: que se vaya, dijo Néstor Rocha, integrante de la caravana.

Masaya alberga el barrio indígena de Monimbó, que se levantó contra la dictadura de Anastasio Somoza en 1979. Daniel Ortega fue presidente de Nicaragua entre 1985 y 1990. Regresó al poder en 2007.

Le decimos al presidente que aquí el que manda es el pueblo, añadió otro poblador de Masaya.

El sacerdote Augusto Rodríguez, párroco de la iglesia de San Sebastián, en Monimbó, contó que vivieron desde el viernes pasado días de represión durísima y de violencia de grupos paramilitares apoyados por la policía, que atacaron a la población y quemaron casas y negocios.

El dirigente de la Asociación Nicaragüense de Protección de Derechos Humanos, Álvaro Leiva, calculó que los enfrentamientos en Masaya dejaron 150 heridos, además de la muerte de un joven por impacto de bala.

Los vecinos colocaron un pequeño altar en honor al hombre de 45 años que murió.

La policía se replegó a la comisaría de la institución, en el centro de Masaya, como resultado de una tregua alcanzada la madrugada de este domingo entre autoridades, representantes de la Iglesia católica de la localidad y organismos de derechos humanos.

Bismarck Conde, el sacerdote que participó en las negociaciones con los mandos de la policía para la liberación de 24 detenidos y la tregua en los enfrentamientos, declaró al Canal 15 (independiente): Pedimos tolerancia en la marcha, no provocar y no dejarnos provocar.

En Managua, otra manifestación de estudiantes llegó hasta la Universidad Politécnica, en apoyo a decenas de jóvenes atrincherados en el recinto desde mediados de abril y que denunciaron haber sido atacados por la policía y simpatizantes de la progubernamental Juventud Sandinista, con un saldo aún no aclarado de muertos y heridos.

Los jóvenes también mantienen tomadas las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, que ha sido blanco de ataques, supuestamente de fuerzas policiales.

La marcha de Masaya es la cuarta que se realiza contra el gobierno sandinista de Ortega desde que estalló la crisis de gobernabilidad en el país centroamericano.

El conflicto empezó con una protesta de estudiantes contra una reforma al Seguro Social, que aumentaba el monto de las aportaciones a trabajadores y empresas, y que disminuía en 5 por ciento las pensiones. Pese a su posterior derogación, la situación derivó en grandes protestas debido a la acción violenta de la policía y de fuerzas de choque sandinistas.

En tanto, la Conferencia Episcopal dio a Ortega un plazo que vence al mediodía de este lunes para confirmar su adhesión a un diálogo que podría comenzar esta semana y que ya fue aceptado por la sociedad civil, el sector privado y los universitarios.

Los estudiantes acusan a Ortega de haberlos reprimido salvajemente con fuerzas de choque apoyadas por la policía, mientras el gobierno se declara víctima de vándalos de la derecha y de un complot financiado desde el exterior.